Hubo sismo en la cúpula del Burgos. El club propiedad de los Caselli -mejor dicho, que era propiedad- tuvo movimientos importantes y profundos que se precipitaron luego del comunicado que emitió el plantel, en el que denunciaba falta de pago y la respuesta de la familia argentina, que no satisfizó ni a los hinchas ni a los organismos a los que el club les debía dinero. Ante este escenario, la familia ligada a la oposición de River perdió el 85% de su paquete accionario del club, y se quedó con tan sólo un 10% del 95% que tenía hasta este fin de semana.

De esta manera, el club español ahora está bajo el comando de sus antiguos dueños, junto al abogado David García Garrote y el ex presidente Jesús Martínez. Este grupo recuperó este lunes el control accionarial mayoritario de la institución con el objetivo inmediato de afrontar las deudas y darle estabilidad económica, para poder afrontar, con garantías, el play off de ascenso a Segunda División.

La sociedad Yucon Business SL, propiedad de Miguel Ángel Benavente, Julián Alonso, Nacho San Millán, Rodrigo Santidrián y David García Garrote, a los que se suma ahora Martínez, elevó ayer a escritura pública la ejecución de la pignoración del 85% de las acciones propiedad de los Caselli, según informa "El Diario de Burgos". Esta medida se había firmado para proteger el capital que han estado aportando durante los últimos meses para afrontar la mayoría de los gastos que ha generado el club. En criollo, se trataba de un blindaje para salvaguardar al club. 

Ahora, el club pasa a estar dividido de la siguiente manera: El grupo de empresarios pasa así a ser titular mayoritario -de nuevo- del Burgos Club de Fútbol, con el 85% de las acciones, los Caselli mantienen un 10% y el 5% restante le pertenece a pequeños accionistas.

Lo primero que ha hecho la nueva administración ha sido pagarle a la Seguridad Social y Hacienda una deuda que ascendía a €600 mil. Con esta medida, el club vuelve a estar en posición de desbloquear el acuerdo para la concesión del estadio municipal de El Plantío, paralizada durante las últimas semanas por la incapacidad del Burgos para aportar la documentación que acredite que está al corriente de sus obligaciones.

Esto ocurre a meses de las Elecciones generales en River, dónde se elegirá el sucesor de Rodolfo D'onofrio. Aún no está claro de que manera jugará Caselli en los comicios, mientras que la oposición amenaza con resquebrajarse y el oficialismo luce cada vez más fuerte.