(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La Federación Boliviana de Fútbol vive semanas agitadas tras el fallecimiento de César Salinas, el 19 de julio, debido al coronavirus. Días después, la FBF confirmó al vice, Marco Rodríguez al frente de la entidad.

Rodríguez tomó el mando de la institución y fueron siete de las nueve Asociaciones Nacionales quienes le dieron su apoyo. Además, ya había obtenido adhesión por parte de ocho de los 14 clubes de Primera División.

Sin embargo, la oposición reconoció a Robert Blanco como mandamás en ejercicio. El dirigente de Destroyers, envió una carta a Conmebol y a FIFA en el que pide que reconozcan su cargo de presidente provisional hasta que se llame al Congreso en donde se elegirá al dirigente que finalizará la gestión 2018-22. 

El punto de conflicto por el cual se disputan el máximo puesto de la Federación radica en un artículo del Estatuto de la entidad, que fue modificado. Blanco se apoya en el artículo original, mientras que Rodríguez justifica el cambio realizado respecto a los cargos de vicepresidentes primero y segundo.

Rodríguez es el titular de la División de Aficionados, mientras que Blanco ocupa el cargo de la División Profesional. El artículo inicialmente definía que el vicepresidente primero era el representante de la División Profesional; mientras que la modificación cambió el orden y pasó a ocupar el cargo de vice segundo.

Marco Peredo, ex presidente de la FBF, dialogó con Diez, y expresó que "el presidente es Blanco porque cuando se lo elige junto al Comité Ejecutivo en 2018, fue con el Estatuto de 2017, que dice: 'El primer vicepresidente es el de la División Profesional'", explicó.

Cabe destacar que, según Rodríguez, el dirigente tomó el cargo justificando que el artículo del Estatuto mencionado por Peredo fue modificado; por esto, el primer vicepresidente de la FBF es el titular de la División de Aficionados.