(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La FIFA, a través de su Comité de Disciplina, le bajó el martillo a Paolo Guerrero: no jugará el Mundial. El delantero estrella de la Selección de Ricardo Gareca recibió un año de suspensión que empieza a correr desde el pasado 3 de noviembre, al haber dado dóping por por el metabolito de la cocaína benzoilecgonina, una sustancia incluida en la Lista de Prohibiciones de la AMA 2017 en la clase "S6: estimulantes".

Así las cosas, días después que la FIFA extendiera su "sanción provisoria" se conoció el fallo, que es durísimo y que deja a Perú sin su estrella pensando en Rusia y al Flamengo sin un jugador clave, pensando en el 2018. Si para Perú ya la Copa del Mundo se vislumbraba complicada, al haber caído en la zona de Francia, Dinamarca y Australia , ni hablar ahora que no contará con su jugador estrella y emblema. El 'Tigre' Gareca se debe estar agarrando la cabeza.

El positivo de Guerrero se detectó luego del 0-0 entre la Selección Argentina y su similar de Perú en La Bombonera, el pasado 5 de octubre. En primera instancia, se habló de cocaína y el jugador quedó suspendido desde el 3 de noviembre. Sin embargo, él logó probar que no había cocaína en su organismo y, maradoneanamente señaló: "Me cortaron las piernas".

Sin embargo, en su muestra apareció el metabolito de la cocaína benzoilecgonina, que está incluida entre los estimulantes que figuran en la lista de sustancias prohibidas la Agencia Mundial Antidopaje (AMA): "Al haber dado positivo por una sustancia prohibida, el futbolista ha contravenido el artículo 6 del Reglamento Antidopaje de la FIFA y, en consecuencia, el artículo 63 del Código Disciplinario de la FIFA", informó la FIFA en un comunicado y recordó que "la suspensión incluye, entre otros, todo tipo de partidos en el ámbito nacional e internacional, amistosos u oficiales".

Un día antes del sorteo del Mundial, la defensa del delantero, citado a declarar por la FIFA en Zurich, acreditó que la sustancia encontrada en su orina, por los bajos niveles encontrados en los análisis, fue fruto de haber ingerido un té contaminado con restos de hojas de coca en los días previos al partido disputado en Buenos Aires. Sin embargo, la FIFA no consideró suficiente ese argumento y sancionó con dureza el delantero, que ya suma su apellido al de las estrellas que se perderán Rusia 2018.