La imagen del campeón del mundo y actual entrenador del Lyon, Fabio Grosso ingresando al estadio Velodrome completamente ensangrentado dio la vuelta a todo el mundo del fútbol. 

El italiano fue quién se llevó la peor parte luego de que el micro en el que se trasladaba junto a todo el plantel del Lyon fuese atacado ferozmente a piedrazos por hinchas del Olympique de Marsella cuando llegaban al estadio. 

Tras el violento episodio la policía local intervinó y logró identificar a nueve personas que minutos más tarde fueron detenidos y puestas disposición de la Justicia. 

Cabe destacar que los reglamentos de la Ligue1 estipulan que los clubes no pueden ser condenados por hechos que tienen lugar en el exterior de los estadios. Sin embargo, según el diario L’Équipe, algunos hincha del Lyon cantaron e hicieron gestos racistas contra el público local.

Esta mañana, el director de la LFP, Arnaud Rouger, subrayó en la emisora RMC Sport que los incidentes tuvieron lugar a 500 metros del estadio, por lo que no era responsabilidad de la Liga. El director pidió, sin embargo, “sanciones fuertes” y anunció que se constituirá como parte civil en el caso, ya que “el daño a la imagen del fútbol es indiscutible”

Las autoridades francesas apuntaron este lunes a la responsabilidad de los equipos en este tipo de actos. “Tenemos que dar una respuesta global e inflexible (...) en la que la LFP, los clubes, y las asociaciones de aficionados también tengan que rendir cuentas”, declaró Oudéa-Castera, la ministra de Deportes.