No fue el típico anuncio de un nuevo acuerdo de venta de derechos audiovisuales locales o internacionales; no es una nueva inversión para el desarrollo de sus emprendimientos en tecnología. Tampoco estaban buscando capital para incrementar la penetración de su plataforma de vídeo LaLiga Sports TV o desarrollar su escuela de negocios. Era todo eso y mucho mas.

Desde hace años, la organizadora de las competencias de fútbol de Primera y Segunda División de España ha dejado de ser solo eso para pasar a ser una organización dedicada al entretenimiento. Trabaja para captar la atención de todos los que en algún momento nos sentamos a ver fútbol español. Compite con otras empresas del entretenimiento, como Netflix o Disney.

Estudia nuestros comportamientos, analiza poblaciones de cada lugar donde llegan sus contenidos, investiga en cada país cada variable que pueda ser útil para su negocio. Conoce el PBI per cápita de cada lugar donde llegan sus partidos, la penetración de la televisión en los hogares, la cantidad de seguidores en redes sociales de la competencia y de sus clubes. Todo lo mide y lo evalúa, hasta el detalle de saber cuántos seguidores tiene en cada país La Liga Sports TV y cuánto tiempo en promedio esos seguidores ven sus contenidos por cada evento que nos presentan.

La Liga es global, porque así lo piensa y lo ejecuta. El clásico entre Real Madrid y Barcelona lo ven más de 650 millones de personas en el mundo, lo que equivale a mas de 13 veces la población de España. Un ejemplo de estrategia internacional y de globalización de su marca. España, agradecida por esa acción que le permite mostrar sus marcas, sus estadios y sus clubes. Quienes ven sus contenidos en el mundo digital son mas de 100 millones de personas en el mundo y sus partidos se ven en más de 180 países.

En los últimos años, ha logrado pasar de ser el organizador de una competencia de fútbol en España a una marca que atrae fans e inversores con la misma facilidad. Su gestión, con pensamiento estratégico, le permitió generar esa marca global. En un contexto donde nadie se hace fan de una competencia, sino de los colores de un club, logró crecer más que muchos clubes que la habitan. Tiene una identidad de marca que generó y cuida. Sus campos de juego lucen iguales y en muy buen estado, los estadios se remodelan, las cámaras permiten ver cada jugada desde múltiples ángulos. Todo hecho para entretenernos y cuidar el producto.

Había logrado, antes de la aparición del COVID 19, que todos los clubes de Primera División fueran superavitarios, lo que les permitía seguir invirtiendo y creciendo. En los últimos años, casi triplicó el ingreso para los clubes. Justamente la pandemia hizo detener su crecimiento, al igual que sucedió en todas las ligas del mundo. Llegaron los déficits para algunos clubes de la competencia y con ello la búsqueda de soluciones. El acuerdo con CVC parece ir en esa dirección.

Muchos millones de dólares para que los clubes inviertan en infraestructura, planes de innovación o inversión en tecnología. Mucho dinero para continuar entreteniendo a la gente, conocer sus gustos y costumbres y que nosotros le brindemos, a cambio, nuestro tiempo. La Liga sabe que debe seguir compitiendo con la Premier League para intentar ser la líder, pero también con Netflix, con Disney y con la NBA. La búsqueda de este acuerdo parece ir en esa dirección.

Solo un 15% del dinero que distribuirán entre los clubes se podrá destinar al pago de salarios de jugadores. El 70% irá a la inversión perdurable en el tiempo. Siguen pensando entonces en el largo plazo, en hacer crecer en los próximos 40 años su negocio de entretenimiento. En ese tiempo, muchos jugadores pasarán por la competencia. Mientras tanto, buscarán ofrecernos contenidos para que a lo largo del globo la gente disponga de su tiempo para contactar con La Liga. Para ellos, como dice su slogan: "No es fútbol, es LaLiga".