(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La situación en Ecuador es complicada. El gobierno de Lenín Moreno tomó un par de medidas drásticas contra el bienestar de la población y el estallido social ganó las calles. Bajaron los salarios y, en la medida más grave de todas, se le quitó el subsidio a los combustibles, lo que puso a Ecuador de pie.

El movimiento indígena lidera la lucha en las calles de las principales ciudades ecuatorianas, entre ellas Quito y Guayaquil. El pedido es claro: que Moreno dé marcha atrás en sus medidas. Incluso, Rafael Correa, ex presidente del país y ex aliado del actual primer mandatario, sentenció: "Moreno atenta contra la democracia".

En medio del revuelo, que incluye marchas a diario, enfrentamientos de los manifestantes con la policía, saqueos, vandalismo y la decisión de Moreno de trasladar, por ahora, la capital del país de Quito a Guayaquil, está el fútbol. Y en el fútbol ecuatoriano hay varios argentinos, jugando en equipos y también dirigiéndolos. La Fecha FIFA ayudó a que las suspensiones de partidos no sean varias, pero lo cierto es que todo está paralizado, a la espera de que la situación se normalice.

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Marcos Mondaini llegó a Ecuador en el año 2006, cuando, a cambio de varios miles de dólares, Boca lo prestó a Emelec. Luego, el jugador fue "rebotando" entre Boca y otro posible destino hasta que en 2012, finalmente, se afincó en el fútbol ecuatoriano, previo paso por Colombia y Estados Unidos. Se mantuvo de 2012 a 2019 en Emelec y, este año, pasó al joven proyecto de Guayaquil City. Marcos, que tiene la doble ciudadanía, ya es casi un ecuatoriano más. Desde ese lugar, habló con Doble Amarilla sobre lo que está ocurriendo.

- DA: ¿Cómo es su actualidad en el Guayaquil City?
- MM: Es un equipo joven, que tiene pocos años de vida. Estamos ahí, peleando para entrar entre los 8 y jugar los playoffs. Hay muchos jugadores jóvenes y el objetivo es ese. Está un poco complicado por los últimos resultados, pero estamos ahí. Los dirigentes y el entrenador son muy conscientes de la realidad nuestra. 

- DA: ¿Cómo vive la situación en Ecuador? ¿Cómo es el día a día?
- MM: Claramente hay un sector de la sociedad que está reclamando por las medidas económicas que tomó el Gobierno y eso repercutió en todo el país. En Guayaquil, donde vivimos mi familia y yo, se suspendieron todas las actividades públicas, incluido el colegio de los chicos. Hay cortes, con la gente que está con otro humor. Estamos esperando que la situación se normalice y el país vuelva a tener paz. 

- DA: En estas semanas, más allá de la suspensión de las actividades, ¿ha pasado algo a nivel personal o familiar?
- MM: No, no. Gracias a Dios no vivimos nada importante en carne propia. Vivimos en una zona que es muy tranquila y, gracias a Dios, a esta parte de la Ciudad no llegó lo que uno alcanza a ver por TV. Hay muchas protestas legítimas, pero también están los actos de vandalismo y saqueo. Tratamos de no salir de casa, de pasar el rato acá. También hay desabastecimiento en supermercados, así que mucho no se puede hacer más que esperar a que se normalice todo. Para mis hijas es raro, hace ya una semana que no van al colegio. Es entendible, son protestas legítimas.

- DA: Se han suspendido partidos, se postergó un partido de Copa Ecuador, ¿a ustedes en el equipo les cambió la planificación?
- MM: En el caso de nuestro equipo no cambió demasiado. Esta semana es fecha FIFA, la semana anterior tampoco hubo fútbol así que no varió demasiado nuestro calendario. Sí, por ahí, el de Emelec. Pero en este contexto social, el fútbol pasa a un segundo plano. 

- DA: Hace poco tiempo dijo que tenía hecho el curso de DT, pero que se veía más como Director Deportivo en el futuro...
- MM: Hice el curso de entrenador, pero no es algo que quiera ejercer en lo inmediato. Soy consciente de que cada vez me queda menos tiempo en mi profesión. También me estoy preparando, lo hablo con el Presidente de Emelec que me ofreció un cargo dentro del equipo. En estos meses, ya estoy preparándome para ese cargo que he hablado con el presidente, que me gusta y que me moviliza mucho. Me gusta la idea de seguir relacionado con el fútbol, como desde que tengo 7 años. A nosotros, los jugadores, nos cuesta desarrollarnos en otras áreas que no sean las del fútbol.

- DA: A la distancia, quizás es diferente la óptica, pero... ¿cómo valora la actualidad social y económica de la Argentina?
- MM: Creo que soy la persona menos indicada para dar una opinión. Yo lo que veo, lo veo por mis amigos, mi familia y gente que tengo en Argentina. La gente no la está pasando bien, eso sólo puedo decir. Del lado político me cuesta mucho opinar, porque desconozco. Lo que sí te puedo decir es que en la gente está claro que no la está pasando nada bien. 

- DA: Te pregunto por los dos grandes partidos que se vienen, uno es la final de la Sudamericana, que va a jugar Colón contra Independiente del Valle, ¿cómo lo ve?
- MM: Lo de Independiente del Valle acá en Ecuador ya dejó de sorprender. Es un equipo que viene trabajando muy bien hace mucho tiempo. Con las juveniles, con los chicos y todo el tiempo se va transformando. Esa llave está 50 y 50. Lo veo muy bien a Independiente del Valle y Colón siempre es muy competitivo, tiene buenos delanteros. 

- DA: Y la última es sobre la serie semifinal de la Copa Libertadores, ¿ve a Boca con chances de dar vuelta el resultado?
- MM: Con el corazón y por lo que significa la cancha de Boca, todavía tenemos esperanza. La llave se puede dar vuelta, está difícil porque va a enfrentar a un River que es de los mejores en los últimos 20 años. Lo sufrí con Emelec también, es un equipo insoportable. Boca la tiene difícil, pero en cancha de Boca y con la gente a su favor, si los jugadores tienen una buena noche, se puede dar vuelta. Está muy desfavorable, pero no creo que sea imposible.