Una delegación de directivos del Barcelona viajaron a Doha, Qatar, con la titánica misión de negociar la salida de Xavi Hernández del Al-Saad. Sin embargo, parece ser una situación compleja.

El club catalán apunta a tener sangre propia en el banquillo de cara a la próxima temporada. Luego de la traumática salida de Ronald Koeman, uno más en la lista del último tiempo, el deseo es "volver a las fuentes" para resurgir a un club que sufre los simbronazos que ocasionó la salida de Lionel Messi.

Este miércoles viajaron para negociar el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste y Mateu Alemany, director deportivo. Tomaron un vuelo después de regresar de la madrugada de Kiev tras el triunfo por la UEFA Champions League. Paralelamente, Arturo Canales y Fernando Solanas, representantes de Xavi, también viajaron a la capital de Qatar.

Los cuatro mantuvieron una primera toma de contacto en el estadio del club, donde el Al-Sadd se juega sus opciones de ser campeón. El que no viajó fue Joan Laporta, quien optó por quedarse en Barcelona, a pesar de que el jeque dueño del club qatarí quería tener un encuentro personal.

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Si bien el club sueña con su contratación, el CEO del Al-Saad, Turki Al-Ali, lanzó un mensaje contundente en la cuenta de Twitter: "La posición del club es clara desde el principio: estamos comprometidos a mantener a nuestro entrenador Xavi con nosotros y no podemos permitir que se vaya en este momento delicado de la temporada".

A pesar de la postura del Al Sadd, el Barcelona no tira la toalla. Este jueves estaba prevista una reunión para buscar un acuerdo con el club qatarí. El club azulgrana deberá plantear rápidamente una nueva estrategia para intentar que el club le permita salir a Xavi.