(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) A él también le pasa. Lionel Andrés Messi, por un día, fue un jugador no venerado por la totalidad de los hinchas del Barcelona. Es más, debió soportar críticas como cualquiera y no se la bancó, reaccionó, le hirvió la sangre.

Al llegar al Aeropuerto de Liverpool, al que llegó más tarde que el resto del equipo porque le tocó el control Antidóping. Messi se cruzó con algunos hinchas del Barcelona que también estaban haciendo los papeles para abandonar el Reino Unido.

Fue allí que el Capitán escuchó algunos reclamos y hasta algún insulto. Se giró y miró mal a la gente, preguntó que pasaba y fue separado de allí por "Pepe" Costa, director de la Oficina del jugador de Barcelona, quién lo acompañó, según cuenta "Mundo Deportivo". Fue en ese momento que otro grupo de hinchas salió en defensa de Messi y lo aplaudió.