Lionel Messi y Kylian Mbappé son parte fundamental del armado en ataque del PSG, pero mantienen una relación de cordialidad que al equipo le sirve dentro del campo de juego pero que no se traslada al vestuario donde los egos se vuelven difíciles de manejar. El comienzo de esta historia, el momento de mayor tensión y el respeto que volvió a hacerse presente nada más y nada menos que en la final de la Copa del Mundo.

La eliminación del PSG en las semifinales de la Champions League a manos del Manchester City en la temporada 2020/21 llevó a los directivos del club a tomar decisiones drásticas e incorporó jugadores experimentados y con muy buen presente para ir en busca del torneo continental. 

En junio de 2021 desembarcaron en el Parque de los Príncipes, Sergio Ramos, Achraf Hakimi, Gigi Donnarumma y nada más y nada menos que Lionel Messi, que dejaba el Barcelona tras 15 temporadas para sumarse a las filas del equipo parisino y reencontrarse con uno de sus socios preferidos el brasileño Neymar. 

Messi-Mbappé: una historia de respeto pero con distancia en el vestuario

Con un plantel repleto de estrellas y una delantero conformada por Messi, Mbappé y Neymar la expectativa por quedarse con la edición 2021/22 de la Champions League era enorme. Sin embargo, la historia volvió a repetirse y el PSG quedó eliminado de manera agónica, habiendo estado arriba en el marcador, ante el Real Madrid como visitante. Aquella eliminación terminó de detonar un vestuario que ya se miraba con recelo.

Mientras tanto, los rumores pasaron a ser negociaciones y Kylian Mbappé quedaba a un paso de ser jugador del Real Madrid en una transferencia que sería histórica. 

Llamados desde Madrid a París y viceversa por una transferencia que se volvía una cuestión de Estado en la que el propio Primer Ministro, Emmanuel Macron, intervino. Finalmente y contra todos los pronósticos, Mbappé renovó su contrato con el PSG pero con una serie de pedidos muy específicos.  

Más allá de las exigencias salariales y contractuales, el pedido expreso del delantero francés era 'desarmar el equipo argentino’ que conformaban Lionel Messi, Leandro Paredes, Angel Di Maria, Mauro Icardi y al que se le sumaba Neymar y al propio entrenador Mauricio Pochettino. Una decisión que no cayó para nada bien en el seno del vestuario parisino 

Messi-Mbappé: una historia de respeto pero con distancia en el vestuario

La salida de Mauricio Pochettino se dilató más de la cuenta no tanto como la del director deportivo Leonardo acusados de ser los principales responsables de una nueva derrota de los parisinos. Mientras que Di María y Paredes partieron a Juventus y Mauro Icardi al Galatasaray turco. 

Un par de meses más tarde, una situación dentro del campo de juego demostró la mala relación entre Neymar y Mbappé. Al momento de patear un penal, que el número “10″ brasileño ejecutó, a pesar del pedido insistente del goleador francés. La tensión continuó en redes sociales cuando Neymar le dio “me gusta” a las publicaciones de distintos usuarios, quienes apuntaban a Mbappé como “dueño del club”. Luego de ese desencuentro, los directivos del club convocaron a ambos jugadores y les pidieron que resolvieran sus diferencias ‘puertas adentro’. 

Al respecto, Le Parisien señalaba que Mbappé se convirtió en la piedra angular del proyecto futbolístico del PSG, luego del contrato que firmó en mayo, y no sería bien visto tanto por Neymar como por el crack rosarino Lionel Messi.

Con toda esa tensión acumulada y una historia que databa de junio de 2018 cuando se cruzaron en los octavos de final del Mundial de Rusia. Messi y Mbappé volvieron a verse las caras nada más y nada menos que en la Final de Qatar 2022. El respeto volvió a hacerse presente entre ambos pero la distancia fue indisimulable. 

Finalmente el propio delantero francés y el entrenador del equipo parisino Christophe Galtier le restaron importancia a los festejos de la Selección Argentina encabezada por Leo Messi y que tuvo como principal blanco de las burlas al propio Mbappé. 

Galtier al respecto comentó: Leo no tuvo un mal comportamiento y en los cuatro meses que llevo aquí creo que la relación que tiene con Kylian es buena” y sumó: El comportamiento de su portero es otra cosa, no lo voy a comentar. Pero Kylian tuvo una buena actitud, estaba decepcionado por la derrota pero fue a felicitar a Leo con mucha clase. Creo que eso es bueno para el deporte y para el equipo”, aseguró.

Solo resta la reincorporación de Leo al vestuario francés el próximo 3 de enero y el saludo que se dará con el astro francés.