Betis se impuso 2-1 Sevilla, en la reanudación del partido suspendido ayer y así se clasificó a los cuartos de final. Hubo polémica en la previa porque Sevilla presentó una queja formal. Al final del partido ambos entrenadores se cruzaron insultos y acusaciones.

Ayer por la tarde cuando el gran primer tiempo llegaba a su fín, un bochornoso acontecimiento provocó la suspensión del clásico es que desde la tribuna arrojaron una barra que impactó de lleno en la cabeza del Jordán, jugador del Sevilla y obligó al árbitro a suspender el partido cuando estaban 1-1 con goles de 'Papu' Gómez y Fekir. 

Unas horas más tarde la organización de la competencia nacional decidió que el encuentro se reanudara a puertas cerradas, jugandose los 50 minutos restantes. Ante esta decisión, Sevilla presentó una queja formal sin embargo, se presentó a jugar.

Lo cierto es que a los 73 minutos de partido, Sergio Canales anotó el 2-1 definitivo, que clasificó a los dirigidos por el chileno Pellegrini a los cuartos de final. 

Los argentinos Guido Rodríguez y Germán Pezzella fueron titulares en el equipo ganador, mientras que Lucas Ocampos, Marcos Acuña y 'Papu' Gómez jugaron para los visitantes. 

Una vez consumada la victoria el mexicano Andrés Guardado, en el medio de los festejos, simuló que una botella le pegaba en la cabeza y se tiró al suelo y desató la furia del DT del Betis que se cruzó feo con Lopetegui el entrenador del Sevilla.