(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) A falta de diez minutos para el final del partido, con la eliminación ya inevitable para Santos, los torcedores del conjunto brasileño tiraron bombas de estruendo cerca de los suplentes de Independiente. 

Ninguno de los futbolistas del equipo de Holan fue herido. Sin embargo, los estruendos se repitieron, se lanzaron petardos. Luego, hubo hinchas que quisieron romper una puerta e ingresar a la cancha. La policía empezó a reprimir y se generó una situación de descontrol que llevó al árbitro chileno Bascuñán a suspender el partido, con el partido 0 a 0.