(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Con el sorteo de la Liga de las Naciones por parte de UEFA, el mapa del fútbol mundial se quedó sin los países europeos para los futuros amistosos en las distintas fechas FIFA. Por lo tanto, el partido ante Italia y el del próximo martes ante España (en Madrid) serán los últimos que la selección argentina pueda disputar ante selecciones del Viejo Continente.

El certamen, que nació como un proyecto internacional más allá de las fronteras de la UEFA, tuvo como ideólogo al mismísimo Gianni Infantino que en 2015 le llevó esta idea al presidente Michel Plantini y que contemplaba dos zonas: una compuesta por selecciones de Europa y la otra con “el resto del mundo”.

Sin embargo, aquella idea del suizo –entonces secretario de la UEFA- en su bosquejo final no encontró la aceptación total del resto de la Confederaciones, con reparos y objeciones por parte de Conmebol y África.

Las recientes reuniones del mundo del fútbol en Calcuta, Londres y Moscú durante el último trimestre de 2017 fueron de negociaciones abiertas donde el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, pretendía una máxima que era lograr que Argentina y Brasil sean “invitados de lujo” para la primera edición de la Liga de las Naciones.

Sin embargo, tanto la conducción de la AFA como la de su par brasileña de la CBF no aceptaron esta condición por cuestiones internas y además porque buscaban una negociación directa entre UEFA y Conmebol que contemplara a las diez asociaciones miembro de Sudamérica. Una respuesta integral que también esgrimió para los países africanos, el malgache Ahmad Ahmad, máxima autoridad de la CAF.

En este escenario, la UEFA siguió con su calendario y el 24 de enero realizó el sorteo de la primera edición de este nuevo torneo en sus tres divisiones. No obstante las negociaciones entre UEFA y sus pares de las otras confederaciones continúan abiertas para “internacionalizar” este certamen en un futuro cercano.

La FIFA en este complejo escenario también jugó su papel porque entiende que una Liga de las Naciones que se dispute en las ventanas internacionales no puede tener como organizador a la UEFA sino que debe estar bajo su órbita.

Infantino ya le hizo saber a Ceferin esta situación y, de persistir en la internacionalización de esta Liga de las Naciones, las negociaciones deberán pasar por Zúrich y el Consejo de la FIFA.