La UEFA cerró el balance de 2020 con pérdidas de € 74 millones, una caída del 21% respecto del ejercicio 2019-2020. El organismo sostuvo que las consecuencias económicas se deben a las restricciones que imperó la pandemia del covid-19.

El organismo presentó sus números durante el último Congreso que se llevó a cabo en Montreux, Suiza. Si bien era predecible, los números negativos finales sorprendieron a la opinión pública. El ente manifestó que las principales caídas de la recaudación estuvieron en la falta de público en los estadios y la disminución de los partidos disputados (la Champions League se terminó jugando a partido único en instancias finales). Además de no vender tickets, se tuvieron que hacer distintos reembolsos a los tenedores de derechos de TV y a los sponsors.  

La UEFA registró pérdidas netas por € 74 millones en la temporada 2019-2020, aunque destacó que los ingresos de € 3.000 millones durante la temporada fueron “notables pese a la situación que provocó el Covid-19”.

La mayor parte de los ingresos fueron por la venta de los derechos audiovisuales. El ente europeo percibió € 2.590 millones, lo que representa el 85,4% del balance. En tanto, el otro 13,7%  (€ 417,8 millones) llegaron por la venta de los derechos de patrocinio, merchandising y licencias.

A su vez, casi el 90% de los ingresos fueron por obra de las competiciones de clubes de la UEFA, sumando un total de € 2.730 millones. Por su parte, las competiciones nacionales representaron menos del 10% del total, con una recaudación menor a los € 280 millones.

Por último, las reservas totales de la UEFA se situaron en € 500,9 millones en junio de 2020, cifra que está por debajo de los € 574,8 millones que tenía el organismo en 2019. Este dineral permitió a la organización poder financiar los pagos anticipados a los distintos clubes y a las federaciones nacionales.