A pesar de que no hay público en los estadios, debido a la pandemia del coronavirus, la policía de Gran Bretaña está en alerta ante el notorio aumento del racismo en el fútbol en las redes sociales.

Varios jugadores como Anthony Martial, Marcus Rashford, y Reece James, fueron objeto de insultos y ataques en las estas últimas semanas.

Según la BBC, el jefe adjunto de la policía Mark Roberts, a cargo de la seguridad en el fútbol británico, teme un aumento de las declaraciones y actos de odio cuando los aficionados puedan regresar a los estadios, una vez que se levanten las medidas de confinamiento.

"Antes del aislamiento ya observamos un aumento (de los actos de carácter racista)", explicó Robert, pidiendo a los clubes "prepararse" desde ya. "Ha ocurrido que la policía intenta contactar a un jugador y se ha estrellado contra un muro a nivel de club", añadió.

"Y el jugador se pregunta abiertamente: '¿Qué hace la policía? ¿Por qué no me contacta?'", agregó.

Roberts sugiere que las cuatro divisiones profesionales (Premier League, Championship, League One et League Two) lleven a cabo un seguimiento semanal de los actos racistas, y que cada club disponga de un enlace con la policía para los días de partido, con el fin de mejorar la gestión. Además, Mark Roberts denunció la inacción de los responsables de los gigantes de las redes sociales (Facebook, Twitter...).

Pero Twitter ya comunicó hace dos semanas que no pretendía censurar los comentarios procedentes de cuentas anónimas: "Pensamos que todo el mundo tiene derecho a compartir su opinión sin tener necesidad de presentar un documento de identidad. El uso de seudónimos es una herramienta vital para expresarse en regímenes opresores. Su papel es también crítico en las sociedades democráticas".