A muchos futboleros, les sonará como un cuento del recordado 'Negro' Fontanarrosa. Todo comenzó con un grupo de argentinos que 'extrañaba' el futbol en Waiheke, una isla neozelandesa de no más de 10 mil habitantes, en la que podes ir a hacer las compras y dejar el auto con las llaves puestas o irte a dormir con las puertas de tu casa abiertas, y hoy están a punto de afrontar la Northern League, el torneo de Primera División de la región norte de aquel país. Desde el amateurismo más puro y el amor por la pelota al desafío más grande de sus vidas. Pandemia, ascenso, hinchada, amor por los colores y pasión por el 'fulbito' 

Para ser precisos, en el relato debemos contar que el Waiheke FC es un club fundado hace algunos años, en 1987, precisamente en la ciudad que lleva el mismo nombre, que pululó entre las diferentes categorías del ascenso de las ligas del norte del país hasta 2013. Waiheke es una pequeña isla de casi 100 kilómetros cuadrados con cerca de nueve mil habitantes. Varios de los cuales resultaron ser argentinos y latinos, que fueron llegando en silencio, preguntando si se podían sumar a los entrenamientos. 

Es indispensable marcar "hasta 2013" porque fue el año que el primer argentino se puso oficialmente la camiseta del club, fue Facundo Calvo, que arrastró a su amigo Alan Llunes, hoy capitán del equipo, ambos extrañaban la pelota y querían probar suerte y lo cierto es que no fue suerte. Hoy, son cerca de 40 argentinos divididos entre el plantel de primera y reserva que llegaron por diferentes motivos a la isla y hoy reparten su tiempo entre el trabajo y el fútbol. "Sabemos que el fútbol, el mate y el asado no pueden faltar para un argentino" nos dice Federico Romania, más conocido como 'Roman'. 

"Acá es todo a pulmón, literal. Tenemos muchas buenas historias", nos cuenta el lateral derecho y encargado de redes sociales del Waiheke FC. 

La curiosidad se apodera y 'Román' nos pasea por Waiheke y nos cuenta como empezó su historia en Nueva Zelanda y en el club: "Fue a principios de 2017 cuando surgió la posibilidad de venir a probar suerte, yo no vine a jugar al fútbol, vine a cambiar mi modo de vida, allá trabajaba unas 60 horas semanales tanto de profesor de educación física como de guardavidas, y a pesar de eso, me costaba mucho ahorrar. Mi novia de aquel momento me incentivo para que vengamos para este lado del mundo, ya que ella tenía algunos amigos y conocidos acá. Para abril de ese 2017 tuve una situación de mucho stress cuando 5 personas armadas me robaron el auto y fue 2 semanas después saque los pasajes para en agosto venir".

Un lamentable hecho de inseguridad lo llevó a irse de nuestro país y realmente el cambio cultural fue drástico, "Acá al menos en Waiheke vivimos muy tranquilos, cualquiera sale a caminar a las 22 o dejas el auto abierto con las ventanas bajas cuando vas al supermercado, algunos más osados lo dejan hasta con las llaves puestas".

En cuanto al aspecto económico, el defensor lateral derecho del equipo nos hace un gran repaso de la situación: "Acá buscan más a un plomero que a un médico para darle trabajo. En cuanto a lo futbolístico, si se puede pero no en Waiheke, hay jugadores de la misma liga en la que ascendimos este año nosotros que cobran por jugar y en la liga más alta que es donde, con suerte, jugaremos el 2022 donde los jugadores viven del fútbol.  Nosotros a pulmón trabajamos generalmente 40 horas semanales y entrenamos 4 veces por semana". 

El oriundo de Luis Guillón, nos relata con lujo de detalle el increíble crecimiento del equipo, que plagado de argentino, subió meteoricamente de categorías "Al principio, eran categorías muy amateur, sin jueces de línea, con rivales que no entrenaban, solo se juntaban a jugar un partido los sábados, era más un solteros contra casados que una liga de futbol. Con el tiempo otros latinos, en especial argentinos fueron sumándose al club y los ascensos fueron inminentes, ya en 2017 no se pudo campeonar se accedió desde el 2do puesto al ascenso, pero el nivel de los rivales también crecía. En 2018 comenzamos a jugar la first división one ( 2da división). Allí quedamos terceros a 1 punto del ascenso pero no se dio".

En su relato nos cuenta el quiebre de hace algunos años atrás y la consagración que se dio hace algunos meses: "En 2019 hubo una reestructuración del club que hizo que Waiheke quedará en 7ma posición muy lejos del ascenso. Ya con nuevos ánimos y bases mas sólidas en 2020 se proyectaba el ascenso a Premier League, la máxima categoría del fútbol neozelandés pero la pandemia cancelo la liga y pospuso el sueño para llegar a la objetivo este 2021 de ser campeón y llevar al club a lo más alto".

La curiosidad vuelve a tomar por asalto la charla y 'Román' nos cuenta cómo es el fútbol en Nueva Zelanda: "El nivel es bueno, físicamente son fuertes y veloces, técnicamente son buenos pero ninguno se sale de libreto, el fútbol tiene raíces inglesas por lo cual la mayoría de los esquemas son 4-3-3 un 9 fuerte y 2 extremos veloces que llegan al fondo. Por lo general los centrales o el volante de contención lanzan detrás de los laterales rivales. El 90% campos de juego son increíbles, buenas dimensiones, pasto de primera y bien marcadas las líneas. La categoría es semiprofesional pero Waiheke es amateur". 

En este fin de año, los dirigentes del club junto a los jugadores trabajan a destajo para poder competir el año que viene en la máxima categoría de la región norte, ya que la Liga permite solo 4 extranjeros por plantel: "Hay una iniciativa para que la federación nos de la excepción de poder jugar con algunos extranjeros más. Las reglas dan solo 4 cupos de extranjeros y nosotros en varios partidos éramos los titulares y 3 suplentes todos latinos, lo cual es muy complejo de solucionar para nosotros. Acá si los latinos no juegan no hay quién lo haga, no es un tema de sacarle el lugar al neozelandés que quiere jugar sino que no hay adolescentes y adultos jóvenes que jueguen en Waiheke al fútbol. Este año en primera solo tuvieron minutos 4 jugadores neozelandeces. Así que esperando la decisión de la asociación que debería ser a principios del 2022". 

Tiempo de anécdotas y grandes momentos 

'Román' nuestro anfitrión, nos cuenta entre risas: "Uufff hay miles de anécdotas, "La banda del Pipazo" es una anécdota por fin de semana. Desde equipos que vienen a jugar frente a Waiheke y se sacan fotos con nuestra hinchada hasta técnicos de equipos rivales que les dicen a sus jugadores neozelandés que dejen de mirar para la tribuna porque no lo pueden creer.  Estar trabajando haciendo una mudanza y que te reconozcan porque te vieron en la cancha o el diario local y ligas algunos dólares neozelandeces más de propina". 

Destaca en particular un hecho que se da todos los fines de semana y muestra lo lejos que está su forma de ver el deporte: "Acá además hay tercer tiempo como en rugby o hockey y los técnicos de ambos equipos hablan del partido, entonces quizás ganaste o perdiste 4 a 0 y estás ahí cenando con tu rival, a veces los terceros tiempos son algo incómodos porque 1 hora antes estabas insultandote con el rival pero queda todo en la cancha".

"Cada 15 días cuando jugamos de visitante vamos a Auckland en ferry y copamos la ciudad"