Francesco Acerbi vivió su propia final antes de jugar una. Enfrentó el cáncer, cayó en una depresión profunda, luchó contra el alcoholismo y, cuando muchos lo daban por acabado, encontró la fuerza para volver. A los 37 años, el defensor italiano escribió uno de los capítulos más emocionantes de su carrera: convirtió su primer gol en UEFA Champions League y empujó al Inter de Milán a una nueva final europea.

Corría el minuto 93 y el Inter caía 3-2 ante el Barcelona. Una pelota suelta dentro del área terminó en sus pies y, tras un remate que besó el travesaño, infló la red. Szczęsny, desconcertado, no pudo evitarlo. Acerbi corrió a festejar con el alma, se quitó la camiseta y gritó con rabia. El tanto forzó el alargue, y el Inter encontró el cuarto para sellar el pase a la final de la “Orejona”.

X de Inter ⭐⭐

La historia de Acerbi no es solo deportiva. Pasó por siete clubes antes de llegar al Inter, pero fue en Sassuolo donde la vida le cambió: un tumor testicular descubierto durante una revisión médica lo alejó de las canchas. Volvió tras una cirugía, pero la enfermedad regresó con más fuerza y lo obligó a parar durante un año.

Su declive había comenzado antes, tras la muerte de su padre. Cayó en una espiral de excesos y alcohol, especialmente durante su breve paso por el Milan. Pero tocó fondo y, desde ahí, se reconstruyó. “El cáncer fue mi suerte”, dijo alguna vez.

La enfermedad lo obligó a cambiar, a dejar atrás una vida que lo estaba destruyendo. Tras un duro tratamiento, nuevas rutinas y ayuda profesional, volvió. Y hoy, a punto de levantar su primer título internacional, Acerbi demuestra que las verdaderas victorias no siempre se miden en trofeos, sino en la capacidad de volver a ponerse de pie.

La historia de Francesco Acerbi: de superar el cáncer y el alcoholismo a ser héroe del Inter en la Champions

La extraordinaria noche de Lautaro Martínez para llevar al Inter a la final de Champions League

El delantero argentino del Inter jugó la semifinal de vuelta frente al Barcelona pese a sus complicaciones físicas y fue un protagonista clave, marcando un gol y fabricando un penal que los depositó en la final de la UEFA Champions League.

En el minuto 21 del primer tiempo, el “Toro” anotó el tanto que le brindó tranquilidad a su equipo y generó una explosión de gritos en las tribunas del San Siro. El lateral izquierdo Federico Dimarco recuperó la pelota en la mitad de la cancha, una acción que descolocó el retroceso del “Culé”, quien estaba gestando una jugada colectiva que fue interrumpida por uno de los referentes del Inter.

Inmediatamente, Dimarco le envió la pelota al lateral derecho Denzel Dumfries. El neerlandés estuvo parado en una buena posición que complicó a los defensores del Barcelona. Todo parecía indicar que la jugada terminaba con un disparo potente.

X de Inter ⭐⭐

Sin embargo, Dumfries optó por una opción diferente, la cual fue la acertada. Observó que su compañero de equipo, Lautaro Martínez, estaba en una posición más cómoda para concretar el golpe inicial. Por este motivo, el neerlandés dejó su ego a un costado y le pasó la pelota al argentino.

El “Toro” Martínez agarró la pelota y terminó el contragolpe de la mejor forma: un disparo preciso que no pudo sacar el guardameta polaco Wojciech Szczęsny. A su vez, a los pocos minutos fabricó un penal que aprovechó su equipo, en los pies de Calhanoglu, para ponerse 2 a 0 en la vuelta del partido.

X de doble amarilla ⭐️⭐️⭐️