(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Esta es una historia que viene a reafirmar aquello que el fútbol es mucho más que un deporte. Es la historia de vida de Manu Oppenheimer, un chico argentino de 9 años que nació en Buenos Aires. Su vida cambió drásticamente a los 18 meses, cuando se infectó con la bacteria del meningococo llamada coxemia, que casi le cuesta la vida. Para sobrevivir, Manu debió pagar un costo muy alto: la amputación de sus extremedidades. Sólo así los médicos pudieron detener el avance de la bacteria.

Manu vive sin sus piernas, las cuales reemplazó por dos piernas reemplazadas por prótesis metálicas, que le permiten jugar al fútbol, hacer natación e incluso, haber empezado en el atletismo. Fue con la viralización de su increíble fuerza de voluntad (También le falta una mano y en la otra apenas conserva dos dedos) que la historia llegó hasta Atlético de Madrid, más precisamente hasta el francés Antoine Griezmann, con cuya camiseta Manu entranaba en el CENARD.

El francés se conmovió, lo alentó a que siguiera y, en complicidad con los directivos del elenco colchonero, decidió invitar a Manu a Madrid. Allí, el joven argentino pudo conocer el Wanda Metropolitano, saludarse con Diego Simeone, presenciar el duelo entre el Aleti y el Athletic Bilbao por LaLiga y, por supuesto, conocer a su ídolo: Antoine.

Manu, que paseó por el Wanda con una camiseta que ecía "Oppen", la abreviatura de su apellido, conoció cada rincón del magnífico escenario, dónde incluso en el vestuario tenía reservado un sitio de lujo para él. Pisó el campo de juego, pateó la pelota, se sentó en el banco de suplentes, hizo el camino del túnel al vestuario y vivió el emotivo encuentro con su ídolo. Además, vio el heroico 3-2 del Aleti al Bilbao, con Godín como héroe.

El Atlético Madrid registró cada momento, desde la llegada misma de Manu a Barajas, hasta el primer saludo con Griezmann en el hotel del chico y todo lo que vivió en el estadio, dónde se saludó y sacó fotos con todos los jugadores, incluido Diego Simeone, y lo subió a su canal de "YouTube" bajo el nombre "El Sueño de Manu". ¿El fútbol solo un deporte de once contra once atrás de una pelota? Que se lo digan a Manu y a su familia. Y que se lo digan al corazón gigantesco de Griezmann.