Jugó en Real Madrid, fue campeón del mundo y se retiró en un club de India
El protagonista en cuestión es uno de los casos más relevantes que culminó su carrera en un destino exótico.
La legendaria carrera de Roberto Carlos, uno de los futbolistas más icónicos de su generación, tuvo un epílogo sorprendente en un destino exótico: el fútbol de la India. Después de brillar en el Real Madrid, donde se consagró como campeón del mundo y ganó múltiples títulos, el lateral brasileño decidió cerrar su etapa profesional en el Delhi Dynamos FC.
En 2015, el zurdo arribó al club asiático para asumir un doble rol: jugador y entrenador. Esta incursión en la Indian Super League marcó su regreso a los terrenos de juego después de haber anunciado su retiro en 2012. En el país asiático, el carioca llegó a disputar tres partidos oficiales antes de colgar los botines definitivamente y dedicarse por completo a la dirección técnica del club.
Su paso por la India, aunque breve como jugador, fue significativo por su impacto mediático y por la experiencia de liderar un equipo en una liga emergente. La llegada del ex Real Madrid generó una gran expectación entre los aficionados indios, deseosos de ver de cerca a una figura de su calibre.
Roberto Carlos y sus experiencias como futbolista-entrenador
La multifacética carrera de Roberto Carlos no solo lo vio brillar como uno de los mejores laterales izquierdos de la historia, sino que también incluyó interesantes experiencias como futbolista-entrenador. Antes de su exótico retiro en la India, ya había incursionado en este doble rol en Rusia.
A principios de 2011, el brasileño firmó un contrato por dos años con el Anzhi Makhachkala. Su rol inicial era el de jugador estrella, pero la dinámica del fútbol lo llevó a asumir mayores responsabilidades. En septiembre de ese mismo año, tras el despido del entrenador Gadzhi Gadzhiyev, el ex Real Madrid fue nombrado entrenador interino. Durante este período, ejerció un rol híbrido, siendo a la vez un líder en la cancha y en el banco, una situación que generó mucha atención.