(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La violencia también dijo presente en la Serie A. En la antesala del Inter-Napoli de ayer por la noche, hubo gravísimos incidentes cuyo saldo fue el de cuatro hinchas del elenco del Sur apuñalados y un hombre de 35 años, ultra del Varese y que estaba acompañando a los del Inter, que perdió la vida tras ser atropellado. El presidente de la Federación Italiana, Gabriele Gravina, primero expresó que evaluaba suspender el fútbol, pero luego confirmó que no. 

Enfrentamiento caliente. El segundo (Napoli) visitaba al tercero (Inter) en un nuevo capítulo de la cruenta rivalidad Norte-Sur que existe en Italia. Los hinchas del equipo de Carlo Ancelotti fueron recibidos de manera hóstil en los alrededor del San Siro milanés. Ultras del Inter, el Varese y el Niza los esperaban y los agredieron con armas blancas, palos y bengalas.

El saldo de este primer enfrentamiento fue el de cuatro "tifosi" del Napoli apuñalados. Los ataques siguieron, incluso sobre una van que llevaba más hinchas del elenco del Sur. Ante este cuadro, el chofer del transporte aceleró para escapar a las agresiones y, en la huida, atropelló y mató a Daniele Belardinelli, ultra del Varese, de 35 años de edad, que se encontraba agrediendo la van.

Por los incidentes, arrestaron a dos personas, se identificaron a otras tres y se requisó la mencionada furgoneta. Ahora, empezaron las investigaciones para dilucidar que pasó. Ninguno de los cuatro hinchas del Napoli apuñalados presentó, por fortuna, heridas de gravedad. Según se informó, las heridas fueron superficiales y sólo uno sufrió un corte algo más profundo en la zona del abdomen.

Consultado sobre la noticia, Gravina en sus primeras declaraciones expresó: "la noticia es demasiado reciente todavía. Tenemos que reflexionar por un momento. Aquí hay un problema de orden público y, como tal, se debe gestionar. Incluso, la decisión de jugar o no".

El hombre también habló de "clima absurdo" en el San Siro. "Estoy preocupado por este clima surrealista. No soy psicólogo, pero algunos jugadores estaban muy nerviosos y lo notaba todo el estadio. Lo sucedido afuera es demasiado serio, ahora escucharemos al Ministerio".

También se refirió al racismo que también se hizo presente en el juego: "Tres llamadas al árbitro y no lo paró. Estamos comprobando eso, porque al parecer la llamada se hizo solo una vez. Lo que pasó es muy malo. Vi gente muy nerviosa en la cancha, el árbitro escribirá y contará que pasó y si cometió errores, él también será evaluado", apuntó Gravina.