El PSG se está convirtiendo en un auténtico escándalo a raiz de los últimos acontecimientos que se han producido con Neymar y Cavani, dos de sus estrellas, como protagonistas. El brasileño, el gran fichaje de este mercado de pases, se está quedando cada vez más solo en el vestuario del primer equipo del club parisino, mientras que el uruguayo se le ha plantado cara al presidente Al-Khelaïfi, que cada vez pierde más poder de control sobre sus figuras.

Sin embargo, esa no es la única preocupación para el club de la capital francesa. Paralelamente, la UEFA sigue presionando al PSG, que podría sufrir una sanción por parte de la entidad madre del fútbol europeo y todo lo que ello supone. El vestuario del PSG encendido desde el pasado mes de agosto cuando algunos jugadores, los más veteranos, mostraron su malestar por el pase de Neymar, mientras que el presidente Al-Khelaifi no pudo contener la sensación de pánico que sucedió a la amenaza de la UEFA de dejar al club fuera de la Champions a partir de 2018 si vulnera el fair play financiero.

El Comité de Control Financiero de Clubes, el órgano de la UEFA encargado de auditar las cuentas y velar por el equilibrio presupuestario, advirtió, 'El País', al PSG de que la sanción que le impondría en caso de que sus gastos superasen en más de €30.000.000 a sus ingresos (550 millones en 2016) no sería meramente económica, señaló Sport.

La UEFA amenazó a Al Khelaifi con una pena de varios años fuera de la Champions League y la respuesta inicial del club fue poner a la venta a medio plantel para pasar la auditoría. La rebelión de los jugadores provocó que el PSG. Y Cavani, uno de los protegidos, se puso del lado de sus compañeros más rebeldes. Entre los jugadores transferibles estaban Di María, Pastore, Matuidi, Moura, Draxler, Ben Arfa, Aurier y Thiago Silva. Se trata de jugadores con poder en el vestuario del PSG, que se sintieron deshonrados con la decisión de Al Khelaifi.