La comunidad basquetbolística de los Estados Unidos no sale de su asombro tras el aberrante asesinato cometido por quién supo ser una de las promesas del deporte hace algunos años. Se trata de Chance Comanche, de 27 años y ex jugador de los Sacramento Kings que confesó ante la Justicia que estranguló a una mujer de 23 años utilizando un cable HDMI. 

Según el expediente judicial, Comanche su novia, Sakari Harnden, de 19 años, planearon asesinar a Marayna Rodgers en una zona desértica de Henderson, localidad del estado de Nevada, cerca de la ciudad de Las Vegas.

Los investigadores sostienen que los dos imputados pensaron en contratar un sicario por 3.000 dólares, pero al no encontrarlo decidieron llevar a cabo el asesinato ellos mismos. En un mensaje de texto a Harnden el 4 de diciembre, Comanche escribió: "Si consigues un trozo de cuerda pequeño y grueso o algo resistente, puedo hacerlo desde el asiento trasero. Como lo hacen los asesinos en las películas", según publica el diario Los Angeles Times.

Comanche dijo que asesinó a Rodgers con un cable HDMI desde el asiento trasero y que Harnden la estranguló con ambas manos alrededor de su cuello, según el documento. Tras cometer el asesinato, colocaron el cuerpo de Rodgers en una zanja y lo cubrieron con piedras.

Comanche, de 2,06 metros de altura, juega como pívot y fue jugador durante poco menos de dos semanas de los Sacramento Kings en octubre y los Portland Trail Blazers en abril, jugaba para los Stockton Kings de la NBA G League en el momento del asesinato.