Ucrania inició los Juegos Paralímpicos de Invierno de Beijing 2022 como líder del medallero, con siete medallas, tres de oro, a pesar de la invasión que sufrió por parte de Rusia.

En China, a más de 6.000 kilómetros de los combates y los bombardeos, el equipo ucraniano logró sus tres oros del sábado en el biatlón y sus representantes aprovecharon para mandar mensajes de paz y de solidaridad con sus compatriotas, en la primera jornada de los Juegos en los que se vetó la participación de rusos y bielorrusos.

Las medallas de oro de los ucranianos resultaron "un milagro" para el Comité Paralímpico de ese país por el largo viaje que debió hacer el equipo -integrado por 29 deportistas- para llegar a China.

"Es un milagro que hayamos llegado", declaró Valeriy Sushkeyvch, presidente del Comité Paralímpico Ucraniano. "La pasada semana la pasamos en Italia, sin ninguna equipación. No pudimos entrenar", contó el biatleta Taras Ras, que se colgó este sábado la medalla de plata en la prueba de sprint sentado, a la agencia de noticias AFP.

Pese a las dificultades, Ucrania ocupó el podio completo en el sprint de biatlón, en la categoría de visión reducida, con Vitalii Lukianenko (43 años) como medalla de oro, Oleksandr Kazik, de plata, y Dmytro Suiarko, de bronce.

Lukianenko dedicó su medalla a las personas que "protegen nuestras ciudades" y compartió podio con "mis hermanos en el deporte y mis hermanos en la vida".

Por su parte, Oksana Shyshkova, que ganó en sprint en la categoría femenina de visión reducida, también se acordó de la situación de su país: "Las medallas no tienen ninguna importancia, en comparación con lo que viven nuestros familiares y amigos, y la gente que ya ha sufrido la guerra".

El biatleta Grygorii Vovchynskyi (33 años), que se impuso en el sprint de pie, también envió un mensaje a su país: "Ucrania es una gran familia. Mi medalla, en mi primera carrera, es por la paz en Ucrania, para la gente de Ucrania".