La invasión de Rusia a Ucrania generó un cataclismo en todas las esferas del ámbito internacional. Esto va desde el aumento de muchos servicios hasta el deterioro económico por múltiples factores. Esto no fue ajeno para el fútbol y, en especial, para los jugadores que se encontraban desarrollando su carrera en territorio ucraniano.

Los futbolistas que hasta hace poco jugaban en el fútbol ucraniano son Claudio Spinelli (Oleksandriya), Fabricio Alvarenga (Rukh), Gerónimo Poblete (Metalist Kharkiv) y Francisco Di Franco (Dnipro). En todos los casos, terminaron huyendo del conflicto bélico y conectaron con distintos puntos fronterizos.

Ante esto, como adelantó Doble Amarilla, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y otras asociaciones hicieron un pedido formal ante FIFA para que los jugadores recibieran un permiso para poder jugar en otras ligas. El organismo internacional, atento a la situación actual, planea una solución global que ya está desarrollando en Zúrich.

En cuanto a lo legal, hay varios puntos a tener en cuenta. Argentina tiene cerrado el TMS (Transfer Matching System) y debería pedir habilitación por cuestiones de "fuerza mayor" vinculado con una guerra. Hay precedentes de que se podría dar por circunstancias excepcionales. Sin embargo, también hay un punto en contra, y es que hay algunos mercados sudamericanos que no cerraron. En Brasil, por ejemplo, la ventana de trasferencias sigue abierto.

El segundo punto, más relevante aún, tiene que ver con el análisis de la relación laboral de los jugadores. Spinelli, por ejemplo, tiene un contrato de préstamo del Génova; entonces, en el peor de los casos de la rescisión de contrato, debería volver a Italia y ahí ver si puede exigir la ocupación efectiva y ahí justificar la cuestión del préstamo.

Hay jugadores, donde me consta, mismo en Rusia, que suspenden la relación laboral. Pero eso no quiere decir que se extinga su vínculo, entonces hay que negociar con los clubes correspondientes. Por otro lado, también es necesario revisar si esto queda habilitado y facultado por los organismos competentes.

Como conclusión, el futbolista argentino que llegue exiliado de Ucrania para jugar en Argentina cuenta con chances. Pero son varias etapas. Antes de firmar un pre contrato con un club argentino, tiene que lograr un entendimiento con la institución que aún es dueña de su pase. Luego, se debe pedir la habilitación del TMS. En esta última instancia, podría recibir la facultad, pero debería poder ser sólo para argentina, con el fin de que no se beneficie otro club sin causa.