(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Una vez más, el Tanque Sisley quedó en el Ojo del Huracán. Otra vez, el elenco Charrúa que milita en la B uruguaya no podrá salir a la cancha, ahogado por las deudas, que llegan a los u$s 2 millones.

La gota que rebalsó el vaso fue la deuda de u$s 1,3 millón que el Tanque mantiene con Danubio, por el pase de Joaquín Ardaiz. Una deuda que al Tanque le cayó del "cielo", porque fue a través de un manejo en el que el club fue damnificado. Marcelo Simonian, empresario argentino, le compró a Danubio al pase a Ardaiz, en una suma de €2,5 millones En aquel momento, según indica "Referí" de Uruguay, Simonian pagó €1 millón y armó dos vales por el saldo que nunca más abonó.

Esa deuda que quedó, jamás nadie se hizo cargo y así le cayó al Tanque. ¿Por qué? Porque la FIFA no permite que las personas físicas sean dueñas de pases de jugadores, por eso, se lo cedió al Tanque, con la promesa que luego le compraría la "Sociedad Anónima Deportiva (SAD)", algo que nunca sucedió. Dado todo esto, Danubio hizo el contrato con El Tanque y hoy intima al club. De esta manera, el Tanque se quedó con la deuda, por un jugador que nunca jugó ni un minuto en el club y por el que jamás recibió un peso.

La deuda de €1,5 millones existe y no se llegó a un acuerdo. El pasado viernes hubo una reunión entre Della Valle y Fredy Varela, presidente del Tanque Sisley. Se juntaron con el mandamás del Presidente de Danubio Jorge Lorenzo, el vice Adrián Franco, el secretario Germán Gómez y el abogado asesor Francisco García.

“Danubio quiere cobrar la deuda de US$ 1.500.000, por eso intimó a El Tanque”, manifestó Claudio Dadomo, Gerente deportivo, en declaraciones a "Referí". El jugador, Ardaiz, fue contratado por Chiasso de la Segunda de Suiza –en el que no jugó– y fue cedido a Royal Antwerp de Bélgica. El representante del jugador también tiene que ver en la cuestión: se trata de Pablo Bentancur. Este empresario llegó a un acuerdo con El Tanque para comprarle la SAD y pagar la deuda que había por el pase del jugador con el club, unos 300 mil euros. Incluso, se había armado un preacuerdo que mandaría un porcentaje por Ardaiz y otro por la sociedad anónima, pero Bentancur no contestó.

Según le dijeron a "Doble Amarilla", Bentancur habría sufrido una pérdida personal en los últimos días y mantiene sus teléfonos apagados. Por lo que es imposible para los dirigentes del Tanque comunicarse con él y reflotar esta chance.  

"Ese dinero que exige Danubio desde hace un par de años, El Tanque no tiene cómo conseguirlo. Además, las deudas con los futbolistas profesionales anteriores ronda los US$ 350 mil, a lo que hay que sumarle una buena suma que le adeuda a los entrenadores, entre ellos, Julio César “Tola” Antúnez", resume "Referí". "Doble Amarilla", en diálogo con gente cercana al tema, pudo confirmar que, en total El Tanque debe u$s 700 mil y, sumado a la deuda que le reclama Danubio, ya trepa a los u$s 2 millones, una suma inalcanzable para el humilde elenco uruguayo. 

Ante esta situación, el DT del Tanque, Luis "Tiburón" Duarte fue sincero: "Fue como recibir una puñalada". El Tanque Sisley descendió de manera automática a Segunda división por sus deudas y, ahora, tampoco podrá empezar en la B uruguaya.  

Varela, entonces, se presentó en la mañana del lunes en el vestuario del Estadio Víctor Della Valle. Primero le comunicó la noticia a Duarte y luego lo hizo con los jugadores: “Muchachos, no se cambien porque no vale la pena seguir entrenando. No vamos a poder presentarnos este año tampoco porque no nos alcanza el dinero que debemos abonar por las deudas”, les dijo Varela, sin anestesia.

Dadomo, a su turno, aseveró: "A los jugadores con deudas les avisé el arreglo con Bentancur en su momento y ahora hoy (el lunes) tuve que avisarles que los números no daban y el club no participa de la Segunda división". 

Los jugadores, en tanto, recibieron la noticia "con amargura, ni siquiera calentura por no cobrar las deudas. En cuanto a los de este plantel que son unos 26, todos los que estaban entrenando tenían una cara de tristeza, porque se quedaron sin trabajo, no se consigue club, hay muchas instituciones complicadas. El fútbol está complicado, pero con un equipo al menos la podés pelear, analizó.

La situación marca que hay un plantel entrenando desde el 25 de febrero pasado y nadie ha cobrado nada aún. “Fue un momento muy difícil y triste. Los gurises quedaron muertos”, aseguró Duarte.

¿Cómo sigue el futuro? Según reflejan medios uruguayos, aún hay una chance para el Tanque Sisley de volver a jugar. Sería en la ex C de uruguay y, para ello, deberá pagar las deudas con los futbolistas del año pasado, unos u$s 350 mil, y creen que podrían conseguir ese dinero con un préstamo de la AUF.

La otra situación que se da es que el Tanque sí está obligado a jugar en Cuarta y Quinta B. ¿Qué pasa si no lo hace? Serían dos años de no participar en torneos de la AUF y eso lo deja, automáticamente, desafiliado de la AUF. Para que eso suceda, tendrá que pagarle las deudas –o refinanciarlas– con los técnicos de esas divisionales del año pasado: Luis Duarte y Pablo Segredo.