El Parlamento Británico iniciará una investigación oficial para determinar la relación entre los cabezazos en el fútbol y acciones de juego en otros deportes y las lesiones cerebrales.

El año pasado, Bobby Charlton, se convirtió en el quinto representante de la selección inglesa campeona del mundo en 1966 en ser diagnosticado con demencia. El proceso comenzará el 9 de marzo y expondrán científicos, futbolistas y órganos rectores.

La primera investigación fue realizada por el "Grupo de Enfermedades Cerebrales" de la Universidad de Glasgow, que analizó el daño que ocasiona el fútbol en el cerebro de los deportistas. En esa investigación se observó los cadáveres de miles de futbolistas de Escocia entre los años 1900 y 1976 y se los comparó con los actuales.

Las exposiciones estarán reguladas por el Comité de Cultura, Medios y Deporte. Un estudio de 2019 demostró que los futbolistas tienen tres veces y media más probabilidades de morir de una enfermedad neurodegenerativa que los miembros de la población de su misma edad.

Willie Stewart, el neurocirujano que dirigió la 1ª investigación profunda sobre la relación entre acciones del deporte y este tipo de enfermedades, detalló que tomar medidas no solo es importante para ex futbolistas, sino para los actuales por características de la era moderna.

En 2020 se modificaron pautas de entrenamiento, práctica y aprendizaje en fútbol infantil en Inglaterra, Irlanda del Norte y Escocia. Se prohibió ensayar cabezazos con menores de 6 años y se aplicaron restricciones al grupo de entre 7 y 12 años. Es algo que incluso viene impulsando el propio Arsène Wenger, ex director técnico del Arsenal y hoy parte de la FIFA.

La FA le ha dado su respaldo a dos estudios independientes que se encuentran activos y que examinan a ex jugadores profesionales en busca de signos tempranos de degeneración neurocognitiva. Los resultados serán expuestos en el proceso convocado por el Parlamento.

Uno de los que participa en el estudio denominado "Heading" es Gareth Southgate, el entrenador de la selección de Inglaterra. El proyecto lo dirige la Escuela de Higiene y Medicina de Londres y están involucrados muchos miembros del Sindicato de Jugadores que tienen al menos 50 años.