(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Mohamed Salah es mucho más que un futbolista en Egipto. Aparte de colocar a su país en la Copa del Mundo, el jugador del Liverpool es un símbolo de humildad y amor por su pueblo. Lo último que ha hecho conmueve y demuestra su faceta más solidaria: esta semana se supo que donó 450 mil dólares para la compra de dos hectáreas que serán destinadas a la construcción de una planta de tratamiento de aguas. La misma estará ubicada en Basyoun, ciudad natal del egipcio.

El proyecto podrá proveer de ese recurso vital a una zona a la que Salah ya ha hecho donativos. Resulta que el atacante también está construyendo un hospital y una escuela cerca de Nagrig. A su vez, compró una ambulancia y dos incubadoras para bebés prematuros para el Hospital de Basyoun, ciudad natal del delantero, según cuenta 'The Sun'. Por otra parte, el periódico inglés informó que gasta alrededor de U$S 5000 mensuales en alimentos para las familias que más lo necesitan.

''No ando por mi ciudad natal con seguridad, este es mi hogar'', dijo Salah hace un tiempo a un docente cuando este le consultó por qué andaba tan desprotegido por las calles de Basyoun. Todo un símbolo de lo que representa Mohamed, un jugador querido por sus goles y por algo más intangible y valioso que su nivel dentro de las canchas: el cariño por su nación.