Un nuevo hecho de violencia sacude al fútbol sudamericano. En este caso una feroz batalla campal, que incluyó corridas, golpes de puño y el lanzamiento de todo tipo de proyectiles entre simpatizantes de Unión Magdalena y Junior hace frenar y replantear los espectáculos deportivos en Colombia. 

Corrían 73 minutos de juego, en el estadio Sierra Nevada, en la ciudad de Santa Marta cuando la barbarie se apoderó del escenario. 

Hubo corridas y golpes de todo tipo entre los presentes, que según informó el coronel Jesús de los Reyes, comandante de la policía en la ciudad, "dos personas resultaron heridas durante estos eventos de intolerancia que se dieron y una de ellas falleció"

Ante este triste panorama, el Presidente de la Dimayor, el ente rector del fútbol de Primera División, Fernando Jaramillo, dijo en Noticias Caracol que pronto anunciarán sanciones "contundentes" y no descartó ordenar que los partidos se disputen "a puerta cerrada".

"El fútbol debe ser una celebración" sentenció.