La travesía de la familia Caselli en el Burgos terminó con un fracaso económico. En las últimas horas, a través de un comunicado oficial, la institución española anunció el inicio de "un nuevo proyecto" tras el cese en bloque del "anterior Consejo de Administración". De esta forma, tras dos años, se puso fin a la etapa de los dirigentes argentinos en el elenco que milita en la Liga Smartbank.

"Finalizada la Junta General Extraordinaria de esta tarde y tras el cese en bloque del anterior Consejo de Administración, nace un nuevo proyecto burgalés en el Burgos Club de Fútbol con el nombramiento de los consejeros Miguel Ángel Benavente de Castro, Ignacio San Millán Valdivieso, Rodrigo Santidrián Hidalgo, Jesús Martínez Nogal y Julián Alfonso García", expresa el texto emitido por la institución. Santidrián, ahora, se perfila como futuro presidente de la entidad.

Según Diario de Burgos, en la junta general de accionistas en la que se dio el "traspaso" del control, se adelantó que la deuda del Burgos CF asciende a alrededor de €6 millones. De acuerdo a lo señalado por Marca, Caselli reconoció errores en la gestión, a la vez que anticipó que prepara el desembarco a otro proyecto deportivo en España.

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Hace un mes, Doble Amarilla había contado que el club que fue propiedad de los Caselli tuvo movimientos importantes y profundos. Estos se precipitaron luego de un comunicado emitido por el plantel, en el que se denunciaba falta de pago y la respuesta de la familia argentina, que no satisfizo ni a los hinchas ni a los organismos a los que la entidad les debía dinero. Con ese escenario, los dirigentes ligados a la oposición de River perdieron el 85% del paquete accionario, pasando de tener un 95% a un 10%.

De esa manera, el Burgos CF quedó bajo el comando de sus antiguos dueños, junto al abogado David García Garrote y el ex presidente Jesús Martínez. ¿El objetivo inmediato? Afrontar las deudas y darle estabilidad económica a la institución para afrontar con garantías el play-off de ascenso a Segunda División.

Fue la sociedad Yucon Business SL, propiedad de Miguel Ángel Benavente, Julián Alonso, Nacho San Millán, Rodrigo Santidrián y David García Garrote, la que elevó a escritura pública la ejecución de la pignoración del 85% de las acciones que eran propiedad de los Caselli. Esta medida se había firmado para proteger el capital aportado durante los últimos meses con objeto de afrontar la mayoría de los gastos que ha generado el club. Es decir, un blindaje para salvaguardar la estructura.

Lo primero hecho por la nueva administración fue pagarle a Seguridad Social y Hacienda una deuda que ascendía a €600 mil. Con esa medida, el club volvió a estar en posición de desbloquear el acuerdo para la concesión del estadio municipal de El Plantío, paralizada durante las últimas semanas por la incapacidad del Burgos para aportar la documentación que acredite que está al corriente de sus obligaciones. Algunos días atrás, los problemas de la institución escalaron a la justicia: el grupo Yukon presentó una querella contra los Caselli por "administración desleal". Los argentinos amenazaron también con recurrir a la vía judicial, según As.

La salida de Caselli de Burgos se da a meses de las elecciones generales en River, donde se elegirá al sucesor de Rodolfo D'Onofrio. Mientras la oposición amenaza con resquebrajarse, aún no está claro de qué forma jugará Caselli en los comicios. Más teniendo en cuenta que, de acuerdo a medios españoles, el argentino prepara su desembarco en otro proyecto. Mientras tanto, la rosca del mundo milllonario se mantiene al rojo vivo de cara a los comicios de fin de año, a la par que el oficialismo continúa ganando fuerza.