(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Paulo Dybala es un privilegiado: comparte equipo con Lionel Messi y con Cristiano Ronaldo. Sí, el surgido en Instituto, tira paredes con Leo en la Selección Argentina y con el crack luso en la Juventus.

En una extensa entrevista con "El País", respondió sobre si eso es también perjudicial para él, ya que lo "tapa" y no lo deja sobresalir del todo. Sin embargo, Dybala tiene una visión absolutamente opuesta sobre esa realidad.

"Mis amigos me decían eso: 'Boludo tenés al mejor en la selección y ahora te traen al otro mejor'. Yo les contestaba: 'Se equivocan. Es una ventaja para mí'. Los puedo estudiar todos los días. ¿Quién no quiere tirar una pared con los mejores? Estamos hablando de dos fenómenos, dos tipos que están uno o dos escalones por encima del resto, a nivel futbolístico y a nivel mental", los elogió en la primera parte de su respuesta.

"No es fácil aguantar, llevar una carrera de esa manera, hacer 40 goles todos los años. Es una locura. En la historia del fútbol han pasado grandes jugadores por grandes equipos y no han conseguido lo que ellos hicieron. Se potenciaron, se hicieron bien el uno al otro", consideró Dybala que disfruta de ambos desde muy cerca. ¿Un problema? No, para el cordobés, es una bendición. 

Sobre ambos, apuntó: "Fuera de la cancha son dos personas muy tranquilas, dentro son dos monstruos. Escuché que Luis Scola [jugador de baloncesto de Argentina] decía que tanto Leo como Cristiano entran al campo convencidos de que son los mejores y que por eso son los mejores. Y estoy seguro de que eso es así".

Más allá del fútbol, Dybala también contó como es el trato: "Tengo buena onda con Cristiano. Hablamos mucho, a veces nos quedamos charlando un rato largo... de la selección, de la Juve, pero también de cosas que no tienen nada que ver con el fútbol. Y, con Leo, también. La relación ha crecido mucho, como es lógico. No es lo mismo un club en que te ves todos los días que la selección, donde te juntás cada tanto. Pero con el tiempo hemos ido construyendo una relación estupenda y muy comunicativa. Compartimos tardes de mate y tenemos un grupo en el que jugamos al truco en la habitación".

En lo personal, Dybala arriesgó que le falta para consolidarse en la Selección Argentina: "Tengo que dar más, lo que hice hasta ahora no me alcanzó. No he podido tener el rendimiento que he tenido en mi club. Es la selección argentina y en las posiciones que puedo jugar yo hay muchos y muy buenos jugadores. Ya para que te convoquen lo tenés que estar haciendo muy bien en tu equipo".

Por último, le consultaron sobre si había logrado terminar sus estudios: "Sí, le cumplí a la vieja. No fue fácil, en el último año ya había debutado en el primer equipo y entre viajes y concentraciones se me complicaba un poco. Y lo agradezco. El estudio te da herramientas y eso es una obviedad porque es igual para todos. Pero, en mi caso, me permitía tener una vida normal, la de cualquier adolescente. Yo vivía otra realidad, pero en el colegio era uno más: tomaba apuntes en clase, me compraba una coca-cola en el patio. Después tuve la educación de la pensión, en la que aprendés a limpiar tu habitación, a compartir todo. Eso es muy sano. El fútbol educa. Es una educación que puede parecer invisible, pero te enseña a respetar a tus compañeros, a cumplir horarios y a mantener una disciplina", concluyó.