(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Sevilla tuvo una extraña mezcla de alegría y preocupación frente al Eibar. Sonrisa de punta a punta por un triunfo clave (3-1) que le hizo alcanzar 13 puntos y quedar a un punto de los líderes Barcelona y Real Madrid. Intranquilidad por lo ocurrido en el primero de los dos goles convertidos por Éver Banega: mientras los hinchas andaluces celebraban, la grada que se hallaba bajo sus pies se desplomó.

Resulta que corrían los catorce minutos de la segunda parte cuando el volante argentino adelantó al elenco blanquirrojo con un penal. La euforia se apoderó de la parcialidad visitante, cuya tribuna se cayó debajo de ellos.

Según informa 'El Mundo' de España, cuatro simpatizantes con heridas leves debieron ser trasladados a un hospital. Afortunadamente, ninguno de los sevillistas contusionados se encuentra en grave estado.

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