El exinternacional alemán y exjugador del este jueves Real Madrid, Christoph Metzelder fue condenado a diez meses de libertad vigilada, tras haberse confesado culpable de posesión de pornografía infantil y de haber compartido estos contenidos por la red social WhatsApp.

El Tribunal Administrativo de Düsseldorf le impuso esta condena, horas después de haberse abierto el proceso y de que el procesado admitiera haber compartido 18 archivos con pornografía infantil y juvenil, además de pedir perdón a las víctimas de la violencia sexual.

"Aceptaré la condena y pido perdón a las víctimas de violencia sexual. Cargaré toda mi vida con la culpa de haber causado este mal a la sociedad", afirmó el procesado, poco después de abrirse el juicio instruido contra él por esos cargos.

Se declaró parcialmente culpable de los cargos que se le imputan -es decir, los relacionados con esos 18 archivos-, aunque no de los cerca de 300 que incluía la acusación de la Fiscalía. La sentencia pudo demostrar al menos 26 casos de posesión e intercambio de este tipo de contenidos. La pena contemplada por el Tribunal Administrativo de Düsseldorf para una confesión en ese sentido oscilaba entre diez a doce meses de libertad vigilada.

Metzelder compareció este jueves por primera vez ante la justicia alemana para responder de los cargos de posesión e intercambio de pornografía infanto-juvenil, entre ellos imágenes de abusos sexuales a una niña de diez años, que compartió reiteradamente y en días sucesivos. Estas y otras imágenes fueron presentadas ante la audiencia por la acusación.

Su defensa había solicitado que se le permitiera ingresar por un acceso lateral, para evitar a los medios, lo que se le fue denegado. Su llegada al tribunal estuvo rodeada de un fuerte despliegue mediático, lo mismo que los primeros minutos de su entrada en la sala donde se le procesaba. A continuación se retiraron las cámaras, de acuerdo a la práctica alemana, que no autoriza su presencia para seguir los juicios.

Las sospechas contra Metzelder salieron a relucir a través de los medios en septiembre de 2019, de ese momento hasta ahora, pasó un año y medio, aunque inicialmente se preservó su identidad en los juzgados. El tema lo destapó el diario alemán "Bild". La principal implicada por el hecho es una mujer, del total de tres con las que aparentemente compartió esos archivos.