La lesión de Ousmane Dembelé podría haber sido mucho más notoria, pero está Messi. La ausencia de Neymar podría seguir siendo tema de conversación en Catalunya, pero está Messi. El nivel de Luis Suárez que no termina de despegar podría ser más noticia aún, pero está Messi. Alguien se podría acordar de la paliza que el Madrid le propinó en la Supercopa de España, pero está Messi. Está Messi. Siempre Messi. Messi x 4. Todoterreno para un Barcelona que, contra todos los pronósticos, arrancó la Liga BBVA pisando cabezas y mira a todos desde arriba.

Es cierto, el primer gol, fue de penal. Un penal dudoso. Un penal que no era. Pero a Messi poco le importó y lo cambió por gol, su tanto número 300 en Camp Nou, ante la atenta mirada de Jorge Sampaoli y Sebastián Becaececce. ¿Se las regaló a ellos la actuación?

Paulinho, otra vez se anotó, y puso el segundo. El tercero llegó gracias a través de Denis Suárez, luego de una linda apilada de Lionel. En el cuarto sí se anotó La Pulga: una definición quirúrgica para que la pelota entre dándole un beso cortito al poste. El 4-1 fue letal para un Eibar que había logrado el descuento cuando el juego estaba 3-0.

El quinto y el sexto también llevaron la rúbrica del "10". El primero, luego de una gran tapada de Ter Stegen, y en una contra comandada por Paulinho, quién le cedió el quinto. El sexto ya fue un abuso, y hasta el propio Messi no lo quiso hacer. Pero la pelota quedó ahí luego de un buen pase de Aleix Vidal, y Messi hizo lo que mejor sabe: meterla adentro de los tres palos.

Messi lleva 8 goles en La Liga BBVA, el Barcelona 15/15 en puntos y acumula 17 goles a favor y tan sólo dos en contra. Números más que redondos para los de Ernesto Valverde, que se suman al 3-0 conseguido ante la Juve en el inicio de la Champions League. Mientras todos hablan del Madrid, el Barcelona comienza a mostrar credenciales.