(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Gerónimo Rulli se va de la Real Sociedad, casi que empujado. Es que el arquero de la Real Sociedad fue casi que forzado a salir, ya que el club tomó la determinación de dar por terminada su etapa en el club. El director deportivo del elenco de Anoeta, Roberto Olabe, le comunicó al arquero la decisión.

El futuro del ex Estudiantes está en Francia, en la Ligue 1, en el Montpellier. ¿El motivo? Aliviar para Imanol Alguacil, el DT del equipo, que tenía el problema de tener tres arqueros de primer nivel. Ante este escenario, el elenco Vasco determinó "cortar" a uno de ellos y el elegido fue el argentino.

Rulli se va muy enojado, no esperaba que su salida se diera de esta manera. El argentino ya sabía cuál era su situación en el club y que una salida para él se asomaba en el horizonte, pero no pensó que sería así. La idea era encontrar una oferta que fuera positiva para ambas partes, y que cubriera las expectativas deportivas del meta argentino.

Y eso no pasó. Una cosa era el Mónaco, el Porto y el Benfica, pero otra muy distinta el Montpellier. Ninguna de esas opciones se había dado, y todo hacia parecer que Rulli se quedaría en España, pero, de pronto, la Real Sociedad determinó abrirle la puerta con destino a Francia, porque sabían que dejarlo afuera de la convocatoria cada fin de semana podría volverse un boomerang en su contra.

El Montpellier salió a buscar arquero desesperado, debido a que dejó ir a uno de sus arqueros a la Roma y han preguntado por Rulli conociendo su situación. La Real se mostró muy receptiva, que apenas ha puesto trabas a la operación: Montpellier no paga dinero alguno, pero sí se hace cargo del 100% del sueldo del arquero. En paralelo, Rulli se entrenaba sin conocer nada. 

Al final del entreno, Olabe le comunicó la decisión y el argentino estalló. Según cuenta "As", no le gustó nada el acuerdo y que incluso, primero, habría dicho que no se iba. Ante esta idea del arquero, Olabe le aseguró que iba a estar desconvocado todos los partidos y que no iba a jugar, que era una decisión de club irreversible. Su única salida para no pasar un año en blanco era jugar en la Ligue 1.