A un mes del inicio del Mundial Qatar 2022, este lunes comenzó en Barcelona un juicio contra Neymar que enfrenta cargos por corrupción en la transferencia del Santos al Barcelona. EL 10 se arriesga a una pena de cinco años de cárcel y una sanción económica de casi 10 millones de euros, pedida por la Fiscalía ante la querella interpuesta en 2015 por la empresa brasileña DIS, por entonces dueña de los derechos económicos del pase.

Por la misma causa también serán juzgados sus padres, los expresidentes del FC Barcelona Sandro Rosell, para quien se reclama cinco años de prisión por corrupción y estafa, y Josep Maria Bartomeu, así como el exdirigente del Santos Odilio Rodrigues Filho.

Los restantes acusados son tres entidades jurídicas: el FC Barcelona, el Santos FC y la empresa fundada por los padres del jugador para gestionar su carrera.

Neymar está citado por la justicia catalana como todos los imputados, aunque de acuerdo con el cronograma inicial, su declaración está prevista para el viernes 21 o 28.

Luego de la primera audiencia que duró poco más de una hora y media en la que la defensa del jugador negó los cargos, el Juez autorizó al 10 brasileño a no participar del resto del proceso penal. 

Barcelona informó que la operación por Ney englobó unos 57,1 millones de euros (40 millones para su familia y 17,1 para el Santos), pero la justicia estimó que fueron al menos 83 millones.

Para la empresa DIS, tanto los clubes Barcelona y Santos como Neymar se aliaron para ocultar el monto real de la operación a través de otros contratos. La compañía, propietaria desde 2009 del 40% de los derechos económicos del futbolista, recibió 6,8 millones de euros de los 17,1 ingresados oficialmente al club brasileño.