(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El fútbol no fue el principal protagonista del choque entre Colo-Colo y la Universidad de Chile. Rodrigo Echeverría se llevó todas las luces debido a los gestos obscenos que dedicó a la hinchada del 'Albo'. Y de paso, por si fuera poco, el Monumental podría ser suspendido debido al comportamiento de la barra local, apodada 'la Garra Blanca'.

Resulta que, mientras transcurría el entretiempo, se lanzaron fuegos artificiales y petardos al campo de juego. Por dicho motivo, el reinicio del encuentro demoró ocho minutos. Dos de las bengalas cayeron cerca de Johnny Herrera. A su vez, la hinchada empezó a cantarle ''Asesino, borracho y maricón'' al capitán del equipo visitante. Julio Bascuñán, árbitro del partido, estuvo cerca de suspender el partido. Aunque no lo hizo, habrá consecuencias en el corto plazo.

Para evitar una suspensión que luce probable debido a los múltiples hechos de violencia que tuvieron lugar en Macul, la dirigencia de Blanco y Negro fue citada a una reunión con la Intendencia Metropolitana, la cual tendrá lugar mañana al mediodía, según informa 'Radio Cooperativa'.

Este mismo medio aclara que se le abrirá un expediente a la Concesionaria y que lo multarán por alrededor de 94 millones de pesos chilenos. A su vez, sumado a lo anterior, los responsables de arrojar pirotecnia no podrán ingresar al estadio de Colo-Colo por el resto del año.