(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Luego de los dardos que volaron entre Lionel Messi y Eric Abidal, el presidente del Barcelona intercedió, por ahora, para bajar el tono de la disputa. No despidió a Abidal, tal y como se especulaba y sí le pidió al Director Deportivo y también al capitán del equipo que cesen las hostilidades. 

El principal objetivo del máximo mandatario azulgrana era que la cosa no fuera a mayores en un momento delicado del equipo. Por ahora no resolvió darle un corte a la cuestión con una medida drástica y apela más a que reine la diplomacia. No es momento de hacer grandes movimientos.

Messi, más allá de la respuesta sanguínea, tampoco quiere que la sangre llegue al río. ¿Por qué reaccionó así? Según indica "Marca", Lio está "harto" que lo responsabilicen de todo lo que ocurre en Can Barça. 

Ahora, Messi ya puso la cabeza en el trascendental duelo de este jueves, en San Mamés, donde el club juega su pasaje a las Semifinales de la Copa del Rey. Abidal, por su parte, sigue a la búsqueda de un delantero para reemplazar a Dembelé que será baja toda la temporada.