Se cumple este martes el primer año del fallecimiento de Kobe Bryant. Doce meses, pero el golpe aún se siente. Y eso que poco después de ese hecho comenzó la pandemia que puso al mundo en vilo durante todo el 2020. 

Bryant era una leyenda absoluta del baloncesto y, sobre todo, de Los Ángeles Lakers, que le dedicaron un nuevo anillo. Kobe también encarnaba una figura cuyo carisma se extendió mucho más allá de la cancha.

Bryant tenía 41 años cuando el helicóptero en que iba se precipitó a tierra en la zona de Calabasas (EE.UU.). En el siniestro murieron otras ocho personas (incluida su hija Gianna).

Después de tantos meses de pandemia y de sufrimiento en todo el planeta, cuesta recordar y calibrar la enorme conmoción que causó la noticia de la muerte de Bryant, pero aún se sigue sintiendo, con la misma fuerza que aquellos primeros fanáticos se acercaron al Staples Center para dejarle las primeras ofrendas.

"En el baloncesto, en la vida, como padre, Kobe no se guardó nada en el depósito: lo dio todo", aseguró un Michael Jordan inundado de lágrimas en el multitudinario tributo que se celebró en febrero en Los Ángeles, en honor a la "Black Mamba": "Te fuiste demasiado pronto cuando tu siguiente capítulo en la vida solo estaba empezando, pero ahora es nuestro momento de seguir con tu legado", afirmó Shaquille O'Neal, quién también es emblema de la franquicia amarilla y violeta de Los Ángeles.

Sigue la investigación abierta

Las causas del accidente que acabó con la vida de Bryant han sido motivo de discusión sin que por ahora se haya llegado a una conclusión definitiva. Dentro de poco, el próximo 9 de febrero, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) anunciará sus hallazgos tras una larga investigación.

Hasta el momento, la existencia de niebla en donde se estrelló el helicóptero, una zona de colinas en Los Ángeles, ha sido la hipótesis más sólida como causa del accidente. En paralelo, la viuda del jugador, Vanessa Bryant, ha denunciado a la compañía de helicópteros por presunta negligencia en la muerte de su marido.

Y también, Vanessa, ha continuado luchando en los tribunales con otra demanda, esta vez contra la oficina del sheriff del condado de Los Ángeles tras publicarse noticias acerca de que algunos agentes tomaron fotos del accidente con sus móviles personales y las compartieron después de forma ilegal.