Los grandes clubes de Europa anunciaron, este domingo, la creación de la Superliga europea, un torneo paralelo a la Champions League de la UEFA. El comunicado que confirmó la nueva competencia estuvo firmado por Real Madrid, Milan, Arsenal, Atlético Madrid, Chelsea, Barcelona, Inter, Juventus, Liverpool, Manchester City y United y Tottenham. Durante el Consejo del organismo europeo de hoy, el presidente Aleksander Ceferin, anunció que los futbolistas que disputen este torneo, no podrán hacerlo con sus selecciones.

Pero, ¿cómo afecta esto a los jugadores? Las sanciones surgen del estatuto de FIFA, que establecen que las ligas solo pueden existir con su previa aprobación y subordinadas (artículo 7.3 de UEFA y artículo 20 de FIFA). Los escritos de las federaciones y clubes siguen la misma línea del organismo rector del fútbol mundial. Afirman que no se puede jugar una competencia que no esté bajo la supervisión de la FIFA, confederaciones, según sea nacional o internacional. Esto aplica a todos los reglamentos, por eso dicen que van a sancionar a los clubes. Este tipo de competencia está afectando esos artículos estatuitarios que les prohíben jugar torneos no sancionados por las federaciones.

Aún no se sabe hasta qué punto llegarán FIFA y UEFA; además de posibles castigos por parte de estas instituciones, hay que tener en cuenta las posibles medidas que puedan tomar las federaciones nacionales contra los clubes rebeldes. Hay que tener en cuenta que los futbolistas tienen un contrato de trabajo y hasta el jugador podría considerarse libre o argumentar que, como lo obligan a violar los estatutos del organismo mundial, es una causa de rescisión contractual. Obviamente, dentro del mundo FIFA, esa causa sería validada y los futbolistas quedarían con el pase en poder.

El año pasado salió una sentencia del Tribunal Europeo que decía que no se podía sancionar a los deportistas por participar en torneos privados. Sin embargo, la diferencia en esta Superliga es que, el torneo se jugaría afectando el calendario de la UEFA, con Champions League y la Europa League. Otro punto que, seguro ya está en discusión por los organismos, es si esta liga cerrada, donde no hay ascensos ni descensos, no constituye un monopolio, lo que está prohibido.

La creación de la Superliga es una manera de presión en una disputa protagonizada por UEFA y los clubes grandes de Europa por los derechos de Champions, clasificaciones y el reparto de dinero. Todavía se puede dar marcha atrás, pero en caso de que esto no suceda y el torneo finalmente se lleve a cabo, podría haber sanciones graves para los involucrados.