(De la redacción de DOBLE AMARILLA) En España la derrota del Barcelona ante Levante por LaLiga volvió a poner al actual DT, Ernesto Valverde, en el centro de la escena y, por propiedad transitiva Marcelo Gallardo volvió a irrumpir como el principal plan para sustituirlo, tal como había anticipado 'Doble Amarilla' hace un mes. Pero ¿cuáles son las chances reales para que el 'Muñeco tome el control del Barça? ¿Qué opina la dirigencia del 'Millonario'? ¿Qué pasa por la cabeza del técnico que construyó un imperio ganador con la Banda en los últimos cinco años?

En primer lugar, y tal como habíamos anticipado hace un mes, para que Marcelo Gallardo sea el nuevo conductor del conjunto culé tiene que haber sintonía en los tiempos porque de ninguna manera el actual DT de River dejará un partido de este 2019 sin sentarse en el banco porque es un compromiso asumido y los balances son a año concluido.

Por lo tanto, si Barcelona se queda sin entrenador en el corto plazo, es decir en noviembre, debería esperar a Gallardo con un interino... situación poco probable por las urgencias y los compromisos de agenda que tiene el club catalán antes de finalizar el año.

El 'Muñeco' tenía pensado realizar su evaluación de diciembre, tal como dice públicamente y también en el ámbito privado en las conversaciones con sus tres interlocutores en la dirigencia 'millonaria'. En las oficinas del Monumental estiman que sólo una propuesta de un equipo top de Europa, como lo sería Barcelona, puede ponerle fin a este ciclo de Gallardo en River. 

Tiene un contrato top no sólo para los sueldos de Argentina sino a nivel mundial y el factor económico no pesa en la balanza a la hora de tomar las decisiones, incluso a pesar de algunos atrasos en primas y premios que no modifican el vínculo del DT con la conducción del club.

En agosto la relación entre el 'Muñeco' y la primera línea de la dirigencia de River pasó por una tormenta. La dilatada llegada del chileno Paulo Díaz fue el eje del conflicto porque el DT no podía entender que no pudieran traerle el único jugador que había pedido. Las mayores diferencia en aquel momento fueron con Jorge Brito, porque fue el apuntado de dilatar las negociaciones y 'esconder' algunos números.

Ante este panorama, Gallardo no permite ninguna filtración en su cuerpo técnico y evita cualquier tipo de especulación a futuro. Ni una potencial salida de Valverde lo moverá de su eje y sus objetivos: ganar la Copa Libertadores, conquistar la Copa Argentina y terminar líder de la Superliga en diciembre. Por último llegará el desafío del Mundial de Clubes y recién en Doha a mediados de diciembre evaluar los pasos a seguir.

Para el calendario del Barcelona quedan once encuentros hasta terminar el 2019 con la definición del grupo de Champions y por LaLiga uno de los compromisos será el 18 de diciembre frente al Real Madrid como local en el Camp Nou. La dirigencia del conjunto culé, y fundamentalmente su presidente Josep Maria Bartomeu, no está en la mejor sintonía con la afición y con el plantel y, fundamentalmente con el referente y capitán Leo Messi.

Por lo tanto, traer un DT argentino supondría una jugada arriesgada porque no está probado en Europa pero sería un guiño hacia los jugadores y fundamentalmente para su emblema: Leo Messi, que lo eligió entre los tres mejores técnicos del mundo en la última Gala The Best en Milán. 

¿Los caminos de Gallardo y Barcelona pueden cruzarse en el corto plazo? La respuesta es sí... pero debe haber sintonía fina en tiempos para que un eventual adiós a Ernesto Valverde permita el desembarco del quinto técnico argentino en la historia del equipo catalán luego de las experiencias de Helenio Herrera, Roque Olsen, César Luis Menotti y Gerardo Martino.