(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Tras muchos años, volvió a escucharse la marcha peronista en una tribuna de fútbol de un club de Primera: ocurrió en el partido entre Banfield y Boca, particularmente en la tribuna cabecera. El hecho de que se haya escuchado implica tres significaciones concretas de la vida política argentina y social.

En primer lugar, parte de la hinchada de Banfield hizo sonar la marcha peronista tres semanas después de que la Aprevide de Juan Manuel Lugones le prohibiera ingresar bombos con las caras de Perón y Evita por considerarlos símbolos políticos. Ese hecho generó una denuncia mediática por parte del club, realizada por el responsable de la Subcomisión de Derechos Humanos de Banfield. Este fin de semana, nuevamente, a los hinchas del Taladro le prohibieron ingresar bombos y banderas con imágenes de Eva y Juan Domingo Perón al Florencio Sola, lo cual desencadenó los cánticos a modo de protesta.

La relación de Evita con el club banfileño viene de muy larga data. Allá por 1951, en pleno auge de la segunda presidencia de Juan Domingo Perón, Banfield se convierte en el primer equipo de los denominados "chicos" que le pelea el campeonato a uno de los Cinco Grandes: Racing. Ambos equipos terminan igualados en puntos y se disputan partidos definitorios para determinar al campeón, que a la postre fue el equipo de Avellaneda. Por ese entonces, Evita manifestó su deseo de triunfo de Banfield, ya que era el club con el que se identificaban los más humildes.

Además, el Ministro de Hacienda de aquel entonces, Ramón Antonio Cereijo, era hombre fuerte de Racing. Según cuentan veteranos futboleros, la Academia se benefició de su lazo con el funcionario para obtener beneficios de la producción de cemento en los años 1949 y 1950 para la construcción del Cilindro de Avellaneda. A causa de ese vínculo, muchos hinchas se opusieron a la Academia por considerarlo "equipo del Poder", motivo por el cual Evita manifestó su simpatía por Banfield.

Posteriormente a eso, siempre ha habido pintadas y banderas en el barrio banfileño con el clásico dibujo del perfil de Evita con el micrófono frente a ella, con la leyenda de "El equipo de Evita". A causa de ese vínculo, el club decidió homenajearla hace tres semanas colocando gráficas y fotos suyas junto a otras personalidades históricas cercanas a la entidad, como el ex gobernador Oscar Alende, los cantantes Sandro y Julio Sosa y el humorista Pepe Biondi en uno de los buffets del estadio.

La segunda arista de la marcha peronista es el claro tono de desafío hacia algunas políticas ya absurdas de Juan Manuel Lugones, que la mayor parte de las veces parece estar más preocupado por el marketing de la Seguridad que por la propia seguridad de los hinchas en los estadios, principalmente antes y después de los partidos. Casualmente, además, el mensaje se da justamente contra el equipo del cual es hincha y es políticamente activo el Presidente de la Nación, Mauricio Macri.

La última arista tiene que ver con la coyuntura a nivel nacional; solo pasaron dos semanas desde el contundente triunfo peronista en las PASO, con la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner. Con un panorama favorable en las urnas, los cánticos de la marcha simbolizan un mensaje político claro ante la chance de que, después de algunos años, el Justicialismo regrese al Poder.