El primer Grand Slam del año, el Australian Open, tiene su primera gran polémica en la segunda jornada de competencia. La organización del torneo, con su director Craig Tiley a la cabeza, decidió que no se permitirá la entrada a espectadores que luzcan banderas de Rusia y Bielorrusia en las gradas luego de un altercado en el primer día de competencia. 

Un gran número de hinchas rusos se hicieron presentes en la cancha 14 con la bandera de su país para animar a su compatriota Kamilla Rakhimova en su duelo de primera ronda con la ucraniana Kateryna Baindl. Eso creó momentos de cierta tensión y los aficionados ucranianos pidieron la presencia de la policía."Nuestra idea inicial es que se pudieran llevar banderas siempre y cuando no fueran utilizadas como una provocación", informa Tennis Australia a través de un comunicado.

Cabe recordar que los tenistas rusos y bielorrusos fueron vetados de la pasada edición de Wimbledon, lo que provocó que tanto el circuito masculino como femenino quitara los puntos del 'Grand Slam' británico.

En la misma dirección, el Abierto de Australia también informó la semana pasada que todo aficionado que silbara la presencia de Novak Djokovic en el torneo sería invitado de abandonar la instalación.