Más allá de lo que sucede con Tiger Woods afuera de las canchas de golf, el estadounidense acaba de hacer historia. Según lo contado en la última edición de la revista Forbes, se convirtió en el primer golfista en toda la historia en ser billonario (en Estados Unidos se refieren a 1.000 millones). Más allá de los 82 títulos que ganó en su carrera, el mayor éxito económico proviene fuera de los campos de juego.

Esta fortuna lo convierte en uno de los tres deportistas multimillonarios del planeta. Los otros dos son los basquetbolistas Michael Jordan y LeBron James.

En este informe se expresa que menos del 10% de las ganancias de Woods provienen de su éxito en los distintos campos de juego. “La mayor parte de su fortuna proviene de enormes acuerdos de patrocinio con más de una docena de marcas, incluidas Gatorade, Monster Energy, TaylorMade, Rolex y Nike, con quien firmó en 1996 y que sigue siendo su principal patrocinador”, indicaron.

“Ver a Woods luchar contra el dolor evidente ha encendido un nuevo tipo de Tigermanía, ya que los fanáticos y los patrocinadores lo apoyan nuevamente en el papel de sobreviviente resistente en lugar de conquistador invencible. La riqueza de Woods está asegurada, ya sea que vuelva a jugar o no con un palo de golf”, explicó Forbes.