El Comité Olímpico Internacional (COI) pidió a las federaciones internacionales que cancelen sus torneos en territorio ruso pero especialmente boxeo, esgrima y tiro, al mando de sendos presidentes rusos que afrontan ahora un incómodo dilema entre el apoyo a su país y el compromiso con su deporte.

Aunque algunas de estos organismos han tomado tímidas medidas, ninguno ha llegado a los pasos dados por una federación no olímpica, la de ajedrez (FIDE), dirigida por Arkady Dvorkovic. Este moscovita de 49 años preside la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) desde 2018 -sucedió a su compatriota Kirsan Ilyumzhinov- y es el dirigente federativo ruso que más claramente se ha pronunciado contra "la acción militar emprendida por Rusia en Ucrania".

"La FIDE está unida contra las guerras y condena cualquier uso de medios militares para resolver conflictos políticos", no ha tenido reparos en declarar la FIDE en un comunicado.

Además, he retirado a Moscú la Olimpiada (segunda competición más importante del calendario de ajedrez) en la que iban a participar 190 países del 26 de julio al 8 de agosto y ha trasladado a sus comités ético y disciplinario las declaraciones de los Grandes Maestros Sergey Karjakin, que fue aspirante al título mundial en 2016, y Sergey Shipov por su apoyo a Putin en este conflicto. Menos alto se han puesto el listón los otros presidentes federativos rusos.

La Asociación Internacional de Boxeo (AIBA), suspendida por el COI en 2019 por irregularidades en su gobernabilidad y en el arbitraje, está presidida desde diciembre de 2020 por Umar Kremlev. Sin ayuda financiera del movimiento olímpico, continúa organizando sus propias competiciones.

El único movimiento hecho hasta el momento por la AIBA ha sido emitir un comunicado en el que afirma que "está considerando reprogramar" la Copa Global de Boxeo, competición menor y casi fantasma por equipos, que no se disputa desde 2008 y que, programada para 2020 y luego 2021, ya fue pospuesta a junio de este año por la pandemia.

En el calendario del boxeo para 2022 figura una cita más en Rusia que, por el momento, sigue programada: los campeonatos de Europa femeninos en julio en Ulan Ude. Kremlev, nacido en Sérpujov en 1982, posee numerosas condecoraciones, menciones y órdenes de mérito por sus servicios a la patria como promotor del boxeo, deporte en el que Rusia ha ganado 30 medallas olímpicas desde que comenzó a competir como país independiente en 1996.

Su actual mandato se prolonga solo hasta el próximo mes de mayo, cuando la AIBA celebrará un congreso electoral con el que pretende satisfacer las demandas del COI y evitar su posible exclusión de los Juegos de 2028.

El multimillonario Vladimir Lisin, número 59 en la lista Forbes con un patrimonio neto de 26.900 millones de dólares (eran 27.400 el pasado vienes), preside desde 2018 la Federación Internacional de Tiro (ISSF).

El organismo que dirige este magnate siderúrgico, nacido en 1956 en Ivánovo y presidente del Grupo NLMK, tampoco ha abierto la boca sobre la invasión rusa y ha contribuido a su silencio el hecho de que no tenga prevista esta temporada ninguna competición de ámbito mundial en Rusia, pero indirectamente sí ha hecho un gesto en el sentido apuntado por el COI.

La Unión Europea, también presidida desde el pasado octubre por un ruso -con doble nacionalidad alemana, el periodista experto en información olímpica Alexander Ratner, a su vez secretario general de la ISSF. El ente continental anunció el viernes que, "a propuesta del presidente de la ISSF", Lisin, los Europeos que iban a disputarse en agosto en Ignatovo han sido cancelados y se llevarán a otra sede.

Treinta y una medallas olímpicas ha ganado el tiro ruso desde Atlanta 1996 y solo alguna menos, 26, la esgrima, el otro deporte cuyas riendas maneja un oligarca ruso de sector del metal, Alisher Usmanov, también en el top-100 de la lista Forbes: puesto 99 con su patrimonio de 15.300 millones.

La web de la FIE define a Usmanov como "uno de los filántropos más activos del mundo". Aunque nació en 1953 en Chust, Uzbekistán, tiene la nacionalidad rusa. Comenzó su ascenso profesional desde un puesto de electricista en una mina de carbón de Siberia.

Su mujer es la presidenta de la Federación Rusa de Gimnasia y entrenadora del equipo de rítmica Irina Viner, conocida por ser implacable en la exigencia a las gimnastas y por su supuesto control sobre los jueces que puntúan las competiciones. La federación de esgrima tampoco ha condenado la guerra emprendida por Rusia ni tiene competiciones previstas en este país en los próximos meses.

La Copa del Mundo de Sochi se disputó con normalidad en las jornadas previas al ataque ruso, del 11 al 13 de febrero. Había una cuarta federación olímpica con presidente ruso, la de judo, si bien se trataba del presidente honorario: el mismísimo Vladimir Putin. La IJF decidió el domingo quitar al presidente ruso, practicante de este deporte y octavo dan, ese estatus que le concedió en 2008.

El presidente de la Unión Europea, Sergey Soloveychik, también ruso, presentó este lunes su renuncia "para mantener la unidad" en el organismo continental. En su carta de dimisión dijo que reza "por el final de este sufrimiento humano", aunque sin condenar la agresión.