Además de ser la Sede de la Copa del Mundo, Qatar es un lugar apasionante para recorrer. Combina la ultramodernidad y la tecnología desbordante de sus rascacielos, con los diseños más exóticos posibles, con el casco histórico de una ciudad con una historia, cultura y tradiciones que son dignos de recorrer.

Por ello, en "Doble Amarilla" nos propusimos también mostrar el otro lado del Mundial. Recorrimos las calles de Doha y nos encontramos con uno de los puntos preferidos de los turistas, los mercados tradicionales y populares de la región. Souq Waqif (la traducción es "mercado de pie") es un zoco (como suele conocerse a los mercados tradicionales y populares) situado en Doha. 

El souq es popular por sus puestos con ropa tradicional, artesanías y recuerdos. En él se encuentran también docenas de restaurantes y terrazas que son visitados por millones de turistas a lo largo del año. 

Aunque la construcción del popular mercado data de finales del siglo XIX, este centro comercial tradicional fue renovado en el año 2006, pero conservando su estilo arquitectónico tradicional. Algo muy valorado por sus visitantes.

Desde hace 16 años, el gobierno qatarí lanzó un programa de restauración con el propósito de preservar su identidad arquitectónica e histórica. Para cumplir con esa prerrogativa, los edificios construidos después de los años 1950 fueron derribados. Mientras que, por otro lado, las estructuras más viejas fueron renovadas. 

El proceso de restauración se completó en 2008 y tiene la actual fisonomía que pudimos visitar en la previa a la gran cita del planeta fútbol.​ En el souq se utilizan métodos de calefacción tradicional a base de madera y bambú importados de varias áreas de Asia.

En el recorrido, Doble Amarilla se fue encontrando con muchos hinchas argentinos que arribaron a la tierra de la Copa del Mundo, como por ejemplo hinchas que llegaron desde Rosario y que tienen tanta fe en la ‘Scaloneta’ que ya tienen entradas para la final del mundo.

O un grupo de jóvenes que se congregaron en la Fan Zone de Doha, punto de encuentro obligado para los fanáticos del planeta fútbol. Un grupo de hinchas bastante enérgicos, que se conocieron ahí pero llevan meses trabajando en tierras qataríes porque concluyeron que solamente desde adentro iban a poder tener chances de vivir el Mundial más exótico. En ellos, se puede ver el fervor por bordar la tercera estrella en la camiseta albiceleste

En ellos hay varias historias de vida interesantes. Pero en común el sentimiento de “dejar todo” (familia, amigos, seguridad laboral, vínculos sociales) en pos de poder tener la experiencia de vivir el Mundial en primera persona y en el lugar de los hechos.

Lo que queda claro, en la medida que el almanaque va descartando hojas y la fecha del puntapié inicial se acerca, es que la ciudad que será el punto neurálgico de la logística de los hinchas para transitar el Mundial comienza a tener el clima que caracteriza este tipo de eventos. De a poco Qatar se convierte en una ciudad futbolera que late al ritmo de los fanáticos del deporte más popular del globo.