(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) A días de la primera final de la Copa Libertadores entre Boca y River en La Bombonera, Mauricio Macri volvió a opinar como hincha y manifestó tener fe en el equipo de Barros Schelotto de cara al duelo inicial y aclaró su “cargada” a Marcelo Gallardo.

Me tengo fe. Tenemos un buen equipo, un buen entrenador. Los partidos con ellos han sido muy parejos, hemos ganado en River y ellos en cancha de Boca. Creo que el resultado va a depender de cómo estén los jugadores ese día y la efectividad frente al arco. Va a ser un partido no apto para cardíacos”, sostuvo el presidente de la Argentina en declaraciones a FM Niquixao 97.1 de El Rodeo, Catamarca.

Desde el viernes pasado, el Presidente empezó a calentar el Superclásico de una manera nada ingenua. Primero propuso inconsultamente jugar con visitantes a sabiendas que los clubes no iban a querer y que la medida era impracticable. Luego, ensayó un marcha atrás y mantuvo la tensión todo el fin de semana. Ayer, tuvo un comentario desafortunado para con Marcelo Gallardo ante una decena de celulares que lo grababan en una recorrida por un laboratorio. Hoy, suma estas declaraciones que van en contra del espíritu que quieren bajar desde AFA y desde los mismos clubes.

En Gobierno, reiteran que el Presidente es así de pasional con Boca y lo atribuyen a comentarios habituales. Sin embargo, desde su equipo más cercano admiten ya que la “agenda blanda” que impone el Superclásico le está jugando a favor del Ejecutivo. “Todo lo que haga para evitar hablar de economía, de política dura o de elecciones, sea lo que fuere en términos futboleros, le va a jugar a favor”, reitera un habitual consultor del Presidente a Doble Amarilla.