(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Otra vez, la violencia fue noticia en Rosario de cara al clásico de la ciudad. Newell's pasa un mal momento futbolístico y la barra amenazó a sus jugadores con pintadas en el club. Además, quemaron un mural de Central cerca de su estadio.

"No hay más códigos. Ganan o muerte", quedó escrito este miércoles en una pared del predio de fútbol infantil rojinegro "Complejo Malvinas". 

En tanto, en Arroyito, frente a la cancha de Central quemaron 7 cubiertas contra un paredón pintado con los colores auriazules. La vecina contó que vio a varias personas que se bajaron de una camioneta blanca cerca de las 3 de la madrugada.

Autoridades de la provincia, jefes de la fuerza y dirigentes de Newell’s y Central coordinaron este martes el operativo: 550 uniformados estarán en las adyacencias del estadio. Otros 200 custodiarán traslados de planteles, público y zona claves de la ciudad.

Palpitando el clásico:

Matías Caruzzo y Alan Aguerre palpitaron hoy el clásico rosarino que se jugará el próximo domingo en el estadio Marcelo Bielsa, en una conferencia de prensa conjunta que organizó la Superliga Argentina de Fútbol.

“La obligación de Newell’s siempre es la misma: ganar. Se nos viene un partido importantísimo, que estábamos esperando. Un clásico rosarino siempre es lindo de ver y nosotros nos estamos preparando de la mejor manera”, señaló Aguerre.

El arquero leproso aseguró que Newell’s llega “muy bien” al partido que imagina con su equipo como “protagonista”, porque “juega muy bien al fútbol, busca la tenencia de la pelota y siempre piensa en el arco rival”.

Caruzzo, por su parte, relativizó el mal presente de Rosario Central, que en este 2019 acumula tan solo un punto sobre seis jugados.

“En cada día de entrenamiento estamos mejor. Es una semana muy especial. Siento que hay más variantes, más que nada de mitad de cancha hacia adelante. Los chicos que llegaron se van acoplando de manera excelente. Todos queremos ganar todos los partidos, la realidad a veces marca que no se puede, pero ojalá que puntualmente en este partido demos ese puntapié como para terminar de soltarnos”, manifestó el marcador central.

Luego, imaginó que el clásico se definirá “por detalles”. “Estos partidos se terminan ganando o perdiendo por detalles, porque salen cerrados, complicados. Estamos a media semana, todavía faltan cuatro días. Desde lo mental y desde lo emocional, desde la finalización del partido con Aldosivi el otro día, ya estaba Newell’s en nuestra cabeza”, indicó.

Los rosarinos viven su clásico siempre como si fuera el último de sus vidas, por eso Aguerre concluyó con el deseo de que sea en paz.

“Hay que brindar un mensaje que por más que sea una rivalidad muy grande no deja de ser un partido de fútbol, donde dos de los equipos más importantes del fútbol argentino quieren ganar. Que sea en paz y que gane el mejor”, intentó transmitir tranquilidad.