Como por alguna señal del destino, la última cancha por donde pasó Diego Armando Maradona se llama La Mano de Dios. Allí le esperaba un último homenaje, uno de los más emotivos que se recuerde en ese triste 25 de noviembre de 2020. La canción de Rodrigo y el 'Olé, olé, olé, Diego, Diego' fue el último adiós que le dio Gonzalo Masseroni, o 'Yuyo', antes de que el cortejo fúnebre del Diez ingrese al cementerio Jardín Bella Vista.

Nadie necesita pensar mucho para saber qué hacía cuando se conoció la noticia de la muerte de Maradona, ni tampoco cómo vivimos y qué hicimos ese día y el siguiente, cuando se realizó la despedida. Como otros hechos importantes, surge solo en la memoria de cada uno, y estar a un año de esa fecha, las emociones vuelven a resurgir y los sentimientos se mantienen latentes, tal como pasó en 2020.

Es por eso que en Doble Amarilla decidimos revivir ese momento emotivo y dialogar con Yuyo Gonzalo, el folklorista protagonista de uno de los videos que se viralizó por todo el mundo: en esa cancha, con la camiseta argentina, el micrófono y el celular y el acompañamiento de la gente que esperaba despedir al Diez, cantó La Mano de Dios. Y se dio por un guiño divino. Sí. Es que el cortejo fúnebre no tenía indicado pasar por ese lugar, pero sin embargo por un error de cálculo, Diego pasó por esa cancha y recibió su última ovación.

“Con 15 años me llamó Horacio Guarany para trabajar con él y recorrimos el mundo entero. Cuando salíamos a veces la gente nos preguntaba de dónde veníamos y respondíamos ‘de Argentina’, así que Diego es como un pasaporte y ese video fue algo glorioso porque siempre quise cantarle a Maradona. Y cómo son las cosas de la vida que, en el último trayecto de Diego al Jardín de Paz, que fue la última cancha que cruzó, le pude cantar. Mi voz cruzó el mundo entero y hasta ahora sigo recibiendo mensajes”, comenzó contando Gonzalo.

¿Cómo se dio ese momento? “Yo estaba en mi estudio de grabación y vino mi hermana, me regaló una camiseta de Argentina y me dijo ‘Quiero que vengas a la cancha que se llama La mano de Dios’. Pensé que era imposible llegar. Había un patrullero en la mitad de la Avenida Roca y era imposible pasar. Llegué gracias a un policía. Le expliqué que iba a la cancha y no al cementerio. Me miró, no me respondió y arrancó el patrullero y me dice ‘Picá, picá’. Empecé a cantar la canción y se escuchaban los helicópteros, las motos, la gente, las flores… Cuando pasó el cortejo me salió gritar el ‘Gracias, Diego’ y sentí que tenía el mundo en la espalda porque todo el mundo quiso decirle eso”.

Luego, continuó: “Yo estaba trabajando en el estudio en ese momento. Conozco la cancha porque siempre paso por ahí, y también porque mi hermana vive cerca y es amiga de los chicos. Por eso quería que haga el homenaje ahí, sin saber que iba a pasar por ese lugar. Se equivocaron en el camino y bajaron mal, y ahí estaba yo en esa esquina. Le canté La mano de Dios sin saber la canción, hasta el día de hoy no se la letra de la canción, fue de corazón. Habrá sido la magia de Diego, de Rodrigo… Después canté el Himno porque siempre lo hago”.

Lo que resalta de ese video es que además de cantarle justo en su último paso hacia el cementerio, la gente que se encontraba en los alrededores del lugar lo acompañó: “Parecía que estábamos en un Mundial”, explicó. “Se dio todo, desde el policía… Armamos un sonido para poder grabar el video. Cuando terminó de pasar el cortejo se cortó el sonido, se saturó la potencia y se apagó. Pero se dio todo, como solo la magia del Diego lo puede hacer”, completó.

Además del homenaje que le realizó el año pasado, para el primer aniversario decidió publicar una serie de canciones a modo de homenaje al Diez. “Hicimos un disco en homenaje a Maradona, con 10 canciones inéditas, en forma de agradecimiento. El tema que arranca el disco se llama ‘La pelota no se mancha’, también hay un chamamé que repasa las raíces de Diego", concluyó.