(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Fue un escándalo y la tanto la WTA (entidad que nuclea el circuito femenino de tenis) como la USTA (unión estadounidense organizadora del torneo) avisaron que deberán analizar qué sucedió en una final de US Open escandalosa que terminó con llanto, silbidos y una explosión de ira de Serena Williams.

Es que la estadounidense, más local que nunca en Nueva York, explotó contra el umpire Carlos Ramos que primero la sancionó por recibir una instrucción de su coach desde las tribunas y luego le dio por perdido un game tras una acusación al aire de ladrón.

Luego del análisis de la situación la ex número uno del mundo fue multada con apenas 17 mil dólares, una cifra que ni cosquillas le produce a una tenista que por llegar a la final en el US Open ganó 1.850.000 dólares.

La disputa con el umpire

No terminó allí porque sin respuestas tenísticas, Serena explotó una raqueta contra el piso de furia antes de perder la final con la japonesa Naomi Osaka por 6-2 y 6-4. La 23 veces campeona de Grand Slam convivió con la impotencia tanto dentro como fuera del court en una noche que será difícil de olvidar.

La furia de Serena

Luego en el momento de la premiación, los silbidos se multiplicaron por miles ante una japonesa Osaka que vivía un sueño al vencer a Serena Williams en una final y coronarse en uno de los cuatro torneos más importantes del mundo.

Una premiación muy tensa

La propia Williams pidió que cesaran los abucheos y luego en la conferencia de prensa atacó al juez y a la organización a la que acusó de machista. Todo un papelón que empañó el final del torneo femenino del US Open versión 2018.

Las duras palabras de Serena Williams