Diego querido... llegó el momento de dejarte ir. A pesar de que muchos esperaremos a mañana para ver si resucitás y escribís una página más de tu vida de Dios, hay que hacerse a la idea de que el libro de tu vida “terrenal” ha terminado. Luego de buscar en el diccionario palabras como mito, leyenda o fenómeno.... me rendí y entendí que no hay palabra para describirte. La Real Academia de la Lengua Española deberá incluir como sustantivo propio Maradona y como adjetivo maradoniano. Porque fuiste, sos y serás único.

Y utilizo los tres tiempos verbales porque si bien la historia dirá que un 25 de noviembre de 2020 tu cuerpo dijo basta, tu legado está más vivo que nunca y lo seguirá estando en cada generación que tenga una pelota como amiga.
La que no se mancha, tu confidente, la que vos supiste tratar como ningún otro, será la encargada de llevar tus hazañas a todos los rincones del planeta. Porque si bien los argentinos egoístamente te sentíamos como nuestro, vos hiciste mierda todas las fronteras y te transformaste en un mito global.

Quizás por eso te costaba dar dos pasos seguidos en cualquier rincón de este planeta sin que alguien te reconociera y viviste toda tu vida como un D10S entre los mortales. Ahora que estás en el cielo quizás tengas una vida más terrenal y puedas disfrutar de unos mates en alguna vereda con Don Diego o Doña Tota.

Llegó el momento de dejarte ir. De dejar de agradecerte en vida para pasar a agradecerte en ausencia, aunque egoístamente siempre nos lamentaremos por no haber tenido esa mirada del AD10S.