(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Una imagen, se dice, vale más que mil palabras. Y bien le cabe ese refrán a la instantánea que sacó Nicolás Stulberg, de "Infobae". En ella se ve al presidente Mauricio Macri apenado, con un claro gesto que dice "No puede ser". ¿Hubo algún revés con el FMI? ¿Alguna noticia de la campaña? No, nada. Rafael Borré acababa de poner a River en 4tos de Final de la Copa Libertadores de América. Y el presidente, hincha de Boca antes que nada, lo sufrió.

Ocurrió en la cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas, el evento que tenía como protagonista a Macri, por definición y según la Constitución Argentina, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, no se pudo abstraer de lo que ocurría en Belo Horizonte. 

Tal es así que, al conocerse el desenlace en Belo Horizonte, el presidente no pudo evitar mostrar su fastidio y desazón. Ni siquiera la vorágine de la campaña, ni la cena que lo ocupaba, logró sacarlo del eje futbolero. Ese que hoy volverá a recrudecer cuando Boca enfrente a Athletico Paranaense en La Bombonera. 

Es más, el presidente incluso se permitió dejar una frase sobre lo que ocurrió con el Cruzeiro, al empezar su discurso: "Más allá de la buena noticia que me acaban de dar que clasificó River a los cuartos de final, es un honor participar por cuarto año consecutivo de la cena de camaradería y poner en valor esta enorme tarea silenciosa y permanente que lleva adelante esta gran familia militar".

En la cena, además de la plana Mayor de las Fuerzas Armadas se dejaron ver el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, la vicepresidente, Gabriela Michetti, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Bari del Valle Sosa. Desde Casa Rosada desmintieron que Macri haya visto los penales, pero sí reconocieron que le informaron el resultado del partido.